Era Viernes nuevamente, faltaba solamente un día para partir a Chicago para este viaje empresarial que tenía muy ansioso a Finn, el cual siempre se había identificado por ser tranquilo, manejar situaciones complicadas con serenidad, pero esto lo tenía ansioso, sentía mucha responsabilidad sobre sus hombros y esto se le estaba notando cada día más. Al llegar a la oficina, traía en sus brazos unas carpetas que debía revisar para comenzar a organizar el cierre de mes, no más al entrar se chocó con la perilla de la puerta y soltó todas las carpetas causando un desastre de hojas por todas partes. - Un poquito torpe nuestro compañero, ¿no crees Astrid? — comentó mientras seguía enfocada en la pantalla. - ¿Estás bien Finn? Se te nota muy extenuado. — Dijo observando a Finn agachar