Elsie termino ganando el juego, aunque era de suponerse que no había obtenido la victoria por sus habilidades, sino porque le había causado pena al pobre tío Bernard y este muy probablemente había incitado al coronel Anderson a cederse el primer lugar a mi pequeña hermana, quien se había alegrado mucho al obtener un premio, aunque en realidad nadie había apostado nada, pero el coronel Anderson había insistido en ello.
—¡Mira Maryam!—llego corriendo hasta mi lugar para mostrarme lo que había ganado. Un collar de oro, uno que parecía ser muy valioso.
—¿Cómo que lo ganaste?—cuestiono Amber alterada quitándoselo de las manos para observarlo más detenidamente y en el proceso yo lo hice también. Se trataba de una imagen religiosa, un crucifijo muy bien detallado y, por lo tanto, aún más valios
