30 Santini había entendido la estrategia del comando, en ese momento no disparaban más porque creían tenerlos en un puño. Tanto el camino que llevaba al Monasterio como el que los habría llevado fuera del perímetro, estaban abiertos, bien visibles y, sobre todo, cómodos para un tranquilo juego de tiro al blanco. Pero no imaginaban ciertamente que se encontrarían frente a una furia humana como Denny, a Santini se le dibujó una sonrisa pensando en la sorpresa que les daría ese campeón, pero se entristeció pensando en la eventualidad expresada por Jon con su justo regaño de poco antes. No podrá hacerlo solo. Santini miró a su grupo; él, Nic, Jon y Denny tenían una tarea, una misión conocida, los peligros estaban previstos en el cómputo de las probabilidades, era una elección de ellos. Pero e