Monasterio de Santa Catalina, 12.30 horas -¿Qué diablos hace aquí la Casoni, cómo hizo para saber que estábamos en el Monasterio? Dijo maravillado Santini, no sin vigilar también el otro convoy, por cierto mucho más peligroso. Por los cálculos aproximados sobre la distancia de los dos grupos era obvio que ambos habrían alcanzado el Monasterio casi al mismo tiempo. Santini estaba preocupado, si los hombres del Crepúsculo los hubiesen atacado, la magistrada habría arriesgado la vida junto a los otros que con seguridad no estaban preparados para semejante situación. Debo advertirle del peligro, ¿pero cómo? Pensaba que la magistrada tenía con ella una radio o un celular, por lo tanto, trató de ponerse en contacto con Jon para decirle que busque cualquier señal de radio proveniente de los ocup