Central de la Milicia de Sharm El Sheik, 05.00 horas La Casoni estaba enojadísima, había pasado más de una hora desde que el Coronel Aziz la había hecho arrestar a ella y a su equipo. Los habían cargado en un móvil de la Milicia diferente de aquel en que habían sido llevados Ayala y los tres agentes de la escolta. Llegados a la Central habían logrado encontrarse solo de paso y por pocos minutos, suficientes de todos modos para intercambiar información rápida intentando recordar la versión de los hechos sin citar a Santini y los suyos. Inmediatamente habían sido interrogados por separado, para ver si las historias concordaban, pero ellos, si bien con alguna contradicción, nunca revelaron la presencia de Santini. La Casoni había pedido con insistencia poder llamar a un funcionario de la Emb