Sharm El Sheik, poco antes El fugitivo comprendió que debía intentar el todo por el todo si quería salvarse, llegó a la primera callecita a la izquierda, Santini casi lo había alcanzado y dobló también en aquella dirección. De pronto un tremendo golpe a la altura del pecho le quitó el aliento. El tipo, a la vuelta de la esquina, se había escondido detrás del mostrador de fruta de un comerciante y apenas lo había visto llegar se había proyectado en su contra con el brazo extendido. Santini, atontado por el golpe, solo vio una sombra que emprendía la fuga. En el mismo instante, llegaron Nic y Denny. -El satélite indicaba que el fugitivo estuvo aquí hace pocos segundos. Dijo Nic. -Ya… contestó Santini tosiendo. Casi lo había alcanzado y, en cambio, me sorprendió golpeándome en el pecho. ¡Q