Sede del SCS Monte de la Virgen, 03.00 horas Apenas Santini y Fanti bajaron del coche, las luces se encendieron iluminando ese enorme garaje. En el lugar había quince autos, algunos llevaban adhesivos indicando una dirección de alquiler, otros de gran cilindrada y con placas diplomáticas de la Ciudad del Vaticano; también había tres furgones, motos y ciclomotores, alguna bicicleta y otros equipos no identificados. Un estrecho pasillo terminaba delante del ascensor protegido con un circuito electrónico dotado de cámara, Santini acercó su cara y una luz roja apareció subiendo y bajando escaneándole el ojo derecho, era el escáner de reconocimiento de la retina. Luego una sensual voz femenina dijo: -Por favor, control vocal. -Tommaso Santini. El control electrónico confirmó la identidad.