— Ahora por fin podremos ser felices Nath. Le decía Lana a Nathan mientras descansaba en el hogar que ambos compartían ya, Nathan había decidido no habitar la casa que compartía con Clara, pues a pesar de todo sabía que la echaba de menos, quizá la compañía de la que fue su amiga y hermana, no lo sabía. — Y dime, ¿Cómo te sientes? Le preguntaba Nathan sentado a su lado. — Ahora que estás aquí mucho mejor, todo comienza a ponerse en su lugar Nathan, no lo ves, a partir de ahora podremos hacer nuestros planes, esa mujer jamás regresara, y al fin tus padres me aceptaran, como les dijiste la última vez cumpliste con el trato, te casaste con esa mujer, ahora ella ya no esta. Nathan sentía pesar, su padre estaba en un abismo, pero no había nada que hacer, él lucharía por sacar adelante la c