Yo solo le sonreí abriendo la puerta de la ducha para darle acceso a mi amiga, cuando entro yo estaba debajo de la regadera y ella fue directamente hacia mi rodeándome con sus brazos tomándome de las nalgas, dándome un profundo beso que correspondí encantada, así estuvimos durante largo rato besándonos, recorriendo nuestros cuerpos con las manos sin dejar un solo lugar sin acariciar hasta que separamos nuestros labios, Kiara continuo besando y lamiendo mi cuello sin dejar de acariciar mi cuerpo con sus manos prestando especial atención a mi clítoris dibujando pequeños círculos alrededor de el con sus dedos.
Produciendo una sensación muy placentera, gimiendo en voz baja disfrutando mucho de sus caricias, ella continuo bajando desde mi cuello hacia mis senos, l
