Punto de vista de Winter
No hace falta decir que todavía estaba agotada y débil al día siguiente, y Alpha Kai seguía cuidándome. Lo examiné mientras dormía, fascinada por lo pacífico e inocente que se veía mientras sus dulces ronquidos llenaban el aire. Sus cicatrices eran igual de ásperas y destacaban frente a la blancura de las luces del hospital, pero para mí eso lo hacía aún más guapo. Aún lo sorprendía de reojo durante las horas que pasaba a mi lado, ocasionalmente trazándolas cuando pensaba que no estaba mirando. Sospecho ahora que no tiene nada que ver con la vergüenza, sino más bien que hay otra historia completamente distinta, una que todavía no me ha contado, que lo hace hacerlo.
Cuando me dan el alta, siento alivio, al igual que Kai, quien afirma que tiene documentos important
