Capítulo 6

1084 Words
Punto de vista de Winter No sé cuánto más de todo puedo soportar. Todos los días es la misma historia, la misma rutina aburrida y los golpes que parecen nunca curarse por completo antes de ser reemplazados por nuevos, ya sea de mi hermano o mi padre, sin mencionar a los chicos de la escuela. Actualmente, estoy en la ducha tratando frenéticamente de lavarme el cabello debido a la soda que tomé más temprano en el día. Es tan pegajoso y horrible, incluso huele ligeramente y arrugo la nariz de disgusto. A este ritmo, tal vez necesitaré otra ducha más tarde para eliminarlo por completo de mi cabello. O tendré que cortarlo, algo que me niego rotundamente a hacer sin importar cuánto tiempo tome sacar esta maldita cosa. Finalmente, he hecho lo que puedo para deshacerme del pegajoso residuo y salgo de la ducha, deteniéndome en seco al ver a mi hermano Damien sentado en mi cama, mirándome divertido por mi terror. Hay una amplia sonrisa en su rostro y me tenso instantáneamente al verla. Él levanta un libro y siento que mi corazón se hunde. Ya tengo demasiadas tareas y él va a agregar más. Respiro en silencio y cuento hasta diez. Por favor, no me golpees, pienso para mí misma, aún me duele lo de antes. ¿Tal vez me dejaría en paz? ¿Tal vez quiere algo más, pero lo dudo mucho? -Cálmate-, dice Damien, sonando impaciente mientras yo me estremezco, esperando la bofetada o el golpe inevitable que suele venir. Para mi sorpresa, no llega. Empiezo a relajarme aunque sé que es posible que todavía me golpee. -Solo quiero darte mis tareas-, dice y me arroja el libro. Lo atrapo torpemente y él observa mi mano, los dedos han sido doblados hacia atrás pero me duelen tanto que todo lo que puedo hacer es contener el grito de dolor. Él lo ve y sus ojos se estrechan por un momento. Por un instante, hay silencio y veo algo parpadear en los ojos de mi hermano. Parpadeo, asombrada. ¿Acabo de ver preocupación en su mirada por un momento o estoy alucinando? ¿Desde cuándo muestra siquiera una pizca de preocupación cuando se trata de mí? Es suficiente para sorprenderme. Él se muerde el labio mientras se levanta y se dirige hacia la puerta. Permanezco quieta, esperando que simplemente se vaya o me golpee, pero nuevamente me sorprende. -Punto de aviso-, murmura entre dientes, esforzándome por escuchar sus palabras -papá está abajo y está bebiendo de nuevo-, respira, como si estuviera tratando de advertirme y siento que mi corazón se salta un latido. Genial, eso es lo último que necesito tratar hoy, aunque ya estoy acostumbrada. Luego, de repente, se ha ido. Estoy asombrada por su preocupación, pero es fugaz cuando siento el temor subir en mi estómago. Solo habría una razón por la que papá está en casa tan temprano y es porque o ha salido temprano del trabajo o, una vez más, ha perdido su empleo. Sospecho lo último. Maldición. Quiero gritar de frustración, golpear mis manos contra la puerta y simplemente desahogar los sentimientos que escondo dentro, pero en cambio, solo muerdo mis labios, tan fuerte que puedo saborear la sangre antes de aventurarme hacia abajo para preparar la cena. Intento ser lo más silenciosa posible para no llamar la atención. Si tengo suerte, tal vez esté completamente borracho. Realmente rezo para que lo esté mientras camino hacia la cocina. Cuando Damien dijo que papá había estado bebiendo, no bromeaba. A medio camino de las escaleras, puedo oler el olor putrefacto del alcohol mezclado con su olor corporal asqueroso y sudoroso, debido a que nunca se baña. Es un milagro que haya tardado tanto en perder cualquier trabajo que estuviera haciendo. Su higiene es asquerosa. El olor es asqueroso y me estremezco y trato de bajar las escaleras de puntillas. En momentos como estos, cuando él bebe peor de lo normal, es mejor ser lo más silencioso posible, invisible si puedes lograrlo. Pero me escuchó y se giró desde el sofá. Lo vi ponerse de pie, tambaleándose, una botella de cerveza en la mano, sus ojos pequeños y hinchados, rojos por el alcoholismo, el olor de su cuerpo sin lavar flotando sobre mí. Tiene una pequeña sonrisa retorcida en su rostro mientras se acerca, su aliento apestando a lo lejos mientras trato de no vomitar. Espero, sintiéndome enferma, e instintivamente retrocedo ligeramente, sabiendo que lo que está a punto de suceder no será nada bueno. Está mirando demasiado fijo para esperar que solo sea mi imaginación. Nuevamente, ¿cuándo ha sido algo agradable?, pienso amargamente. Considero correr hacia la puerta, pero eso solo retrasaría lo inevitable y eventualmente tendría que volver a casa, enfrentar la música y, para entonces, es probable que Damien también se una a mi castigo. Me preparo y espero que lo que sea que venga termine rápidamente y pueda cocinar la cena, mi estómago gruñendo fuerte de hambre. Tal vez solo me insultará si está demasiado borracho para golpearme con precisión. -Bueno, bueno, bueno, si no es el pequeño asesino-, dice con voz arrastrada y yo instintivamente me estremezco mientras él suelta una risa despectiva. Está claramente borracho, hay tantas botellas de cerveza esparcidas por el suelo que incluso yo estoy asombrada. Es mucho más de lo que usualmente toma. ¿Cuánto tiempo ha estado bebiendo mientras yo estaba arriba? No digo nada, sabiendo que es mejor no provocarlo aún mas. Eso solo lo pondría aún más enojado de lo que ya está. Agita amenazadoramente la botella de cerveza frente a mi rostro y doy un paso atrás vacilante. Todavía está medio llena de líquido y pesada en su mano, aunque él parece no darse cuenta, demasiado ocupado estudiándome con puro odio en sus ojos. No soy un asesino. Me repito en silencio, pero es tan tranquilo, casi como si estuviera empezando a creer que sí lo soy, me lo han dicho tantas veces. Estoy tan acostumbrada a su odio y desprecio que ni siquiera reacciono. Luego él balancea su mano hacia arriba en el aire y trato de moverme, tratar de correr, pero me agarra del cabello y tira hasta que me quedo quieta, los ojos cerrados, las lágrimas goteando por mis mejillas. No siento nada más que un dolor agudo en la parte superior de mi cabeza antes de que todo se vuelva oscuridad y ya no sé si estoy muerta o viva. En este momento, estar muerta sería considerado una bendición. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD