Narra victoria Cassano. —¿Quieres ir a cambiarte?— pregunta el guapo hombre que se encuentra frente a mí, yo me veo para darme cuenta de que mis fachas no son las más decorosas, asiento y apolo llama a Nelia para que traiga no vestido que ya está limpio, yo pienso unos segundos para tomarlo y caminar a las escaleras y luego ir al baño para darme una ducha. Cuando giro mi cabeza me doy cuenta que el dios si es mortal después de todo, ya que me está viendo y no solo viendo, él me está admirando con un rostro lleno de deseo, me cruzo de brazos y puedo notar que se ha sonrojado, sonrío pensando que no soy la única que se pone nerviosa, pues yo también lo he puesto nervioso y eso me da un poco de alivio. «La verdad no es fácil de deducir este hombre, puesto que dice una cosa y demuestra otra,