Christine no dejaba de preguntarse cuál sería la reacción de él cuando le soltara aquella noticia. Ella había roto la regla más importante de todas. “Por ningún motivo debes quedar embarazada, yo no quiero una responsabilidad como esa.” Recordaba perfectamente la frialdad con la que Xander había dicho aquellas palabras y aquello era lo que le atormentaba, que él la rechazara cuando le contara aquel secreto que con tanto esmero estaba escondiendo, aunque sabía que dentro de unos pocos meses ya no tendría forma de ocultarlo. Aquella noche Xander llegó más temprano de lo normal. Se encontró a Christine durmiendo y se quedó allí, contemplando a aquella mujer que había despertado sentimientos extraños en él. Sentimiento que jamás pensó que podría sentir. Salió en silencio de la habitació