A la mañana siguiente la tormenta pasó, pero el cielo siguió nublando y una lluvia ligera se instaló sobre la mansión, lo que tenían para esa mañana era una vista clara del desastre y la gran cantidad de árboles que fueron derribados. Una exploración dejó en claro que los caminos estaban cerrados y que muchos servicios quedaron suspendidos, tomaría tiempo que la ciudad volviera a la normalidad y eso significaba que Cadmia no podía irse. Soltó un largo suspiro y se dejó caer sobre el sillón – venir fue una mala idea. Estaba escapando de su propia realidad y la realidad decidió viajar en tren con ella, si los caminos no eran limpiados tendría que esperar un día más y su segundo escape la llevaría de vuelta al sitio de donde había estado huyendo. Aburrirse era un desperdicio, se levantó y