Muñeca tragó saliva – esos son… – Vestidos de la señora, dijo que debían estar presentables en la fiesta y les envió opciones – dijo Erina. Las manos de Muñeca temblaron al mirar los vestidos y se dio cuenta de que debía ser rápida para tomar el mejor, pero, ¿cuál era?, todos se veían hermosos. Sirey tocó al azar un vestido azul pensando en sus ojos y al separarlo encontró el decorado de plumas a la altura de la cadera. – Yo quiero ese – dijo Muñeca y lo tomó abrazándolo para que no se lo quitaran. Gata torció la boca en una mueca, en toda la mansión ellas tres eran de la misma talla que Liluina y por esa razón podían tomar los vestidos que quisieran, pero ninguno era su tipo, se llevaba mejor con los vestidos cortos y escotados, en cuanto al color, quería algo claro que hiciera resal
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