☆Un poco sobre mi: Nathaniel ☆
Castelia... ese apellido resuena en mi mente. De tan solo pensar en él y analizarlo detenidamente, me doy cuenta de que suena demasiado elegante o perteneciente a la realeza...
jaja, ¿quien pensaría eso de un simple apellido?, debo de estar enloqueciendo. El hecho de que suene, no significa nada. Es estúpido... simplemente absurdo pensar algo así, antes que nada debemos ver lo que hay en los integrantes de la familia antes de juzgar por una simple palabra que los une.
Aun no entiendo por que cada vez que cierro mis ojos la presión en mi pecho se hace presente, tal vez por que los Castelia me han dañado demasiado. ¡Me han humillado!, cada vez que hablo con ellos... ¡quiero escapar!, huir de sus pensamientos tan tontos que me han hecho vivir una vida llena de preocupación y confusión solo por ser... ¿diferente a los demás?. Claro huirá si... yo no fuese un CASTELIA.
Soy hijo de Rossalín Fray, una mujer proveniente de una familia de clase media y sin tradiciones absurdas como las que le inculcaron a mi padre (bueno eso es lo poco que se de mi madre), el causante de todas mis desgracias... Jhon Castelia, hombre proveniente de una extraña familia llena de misterio y secretos ante la sociedad. Entre más ocultan sus dones, el pueblo sospecha más de ellos, bueno, de nosotros, pero aún así no hacen nada por miedo a que les hagan daño, tonterías... ni una simple mosca podemos lastimar con lo que sabemos.
Suena como si solo estuviese haciendo un berrinche pero, no es así. Nada es fácil cuando se vive con un grupo de locos que dicen que cada integrante de la familia debe cumplir con una tonta traición, es algo absurdo preparar a unos infantes solo para poner una vela en un altar que venera a una simple figurilla que protege a toda la familia desde hace generaciones atrás.
A veces pienso que no vivir como los demás niños que disfrutan de jugar y hacer travesuras me ha robado gran parte de mi infancia, ¿quién diría que una simple tradición me ha arrebatado ser alguien "normal"?.
Claro que yo no soy alguien normal, para los demás niños soy bicho raro.
No puedo hacer nada que no llame la atención de los que se encuentran fuera del círculo familiar, incluso ver, escuchar, hablar, son cosas de las que nunca creí pedir a gritos que me despojen de ellos, es doloroso ver lo que los demás no y no poder hablar de ello sin que te llamen loco... odio ser un Castelia, y los rumores que se esparcen de mi familia no son la novedad.
"Brujos"
"fenómenos"
"pactan con seres del más allá para lastimar a sus enemigos"
"hacen rituales de hechicería"
"dicen que vuelan por las noches"
"pueden transformarse en animales y volver a la normalidad"
"ellos son capaces de levitar"
"hablan con fantasmas"
"Hacen que los c*******s caminen"
"Tienen pociones, ¡y pueden hacer lo que quieran con ellas!"
Entre otros mas rumores circulan entre murmullos cada vez que nos ven caminar por el pueblo, escupen puras falacias sin tener evidencias, aunque es verdad lo de que podemos hablar con fantasmas o de que aprendemos a hacer conjuros pero... nunca es para lastimar a alguien, sino que es para usarla como protección personal contra los seres de oscuridad que está detrás de los jovenes con sangre Castelia que no han puesto la vela. Según mis padres, dicen que al colocar esa simple vela el ser de luz que venera mi familia desde hace muchas generaciones atrás... me protegerá a mi también, aunque después de mi padre y mi tío... los siguientes que han tratado de cumplir han sufrido accidentes, posesiónes de seres oscuros, desapariciones o incluso han caído en un sueño profundo. Según mis abuelos, lo último, es provocado porque una bestia del otro plano los ha encerrado para que sus almas no vuelvan a sus cuerpos, aunque yo creo que solo están en coma por el ritual.
¿Crees que todo esto puede ser para tanto?, se todo lo que les ha pasado a mis familiares por parte de mi padre pero creo que son coincidencias.
¿Crees que todo el entrenamiento es necesario para que solo llegue el día en el que solo pongas una vela para que se te dé la protección?... jaja, algo tan simple no podría volverse peligroso... ¿o si?. Bueno la respuesta la obtendré al cumplir con el último requisito... cumplir 22 años, cosa que sucederá en un par de semanas.
Vamos tradición de los Castelia, ¡sorprendeme!. Que todos los años de entrenamiento sirvan de algo.