Estoy durmiendo profundamente cuando alguien viene a perturbar y mi sueño reparador. Abro los ojos y me encuentro con un par de ojos verde avellana. Me pregunto quién tiene estos hermosos ojos, y luego hace clic en mi cabeza, es Enzo. Rápidamente me siento. ¿Por qué le gusta despertarme así? Simplemente puede tocarme. Él no tiene que poner su hermoso rostro en mi cara para que me despierte. Miro por la ventana para ver que todavía está oscuro, así que me pregunto por qué, en el nombre de Dios, me está despertando. —¿Por qué me despiertas? Todavía está oscuro afuera—digo frotándome los ojos. —Tenemos que estar en camino en la próxima hora, y tienes treinta minutos para prepararte. Si no lo estás, te dejaré—dice Enzo y se va. ¿Cual es su problema? ¿Se despertó en el lado equivocado de la