Narra Cameron El portero, un chico alto y rubio que se hace llamar Paxton, nos mira a los tres y nos dice: —¿Está con ustedes? Ethan mira fijamente a Maria. —Lo hará esta noche. —¿De verdad? —pregunta Maria con una mirada desafiante. Mis dedos tiemblan por la necesidad de azotar a esta mocosa descarada. Pero primero tengo que preguntar: —¿Tienes una relación exclusiva con alguien? —No —dice ella—. En absoluto. —Está bien. Entonces, Maria—digo en voz baja. Una sonrisa empalagosa, una voz demasiado suave. —¿Sí, profesor Wexton? —Vendrás con nosotros a este club y serás castigada por tu impertinencia—ella suelta un suspiro exagerado. –Promesas, promesas. Oh, le haré promesas. Sin previo aviso, me acerco y la levanto, cargándola sobre mi hombro. Ella grita: —¡Bájame! —Tu palab