Narra Maria Sé que estaba bromeando sobre las esposas, las paletas y los tapones anales. ¿Soy un bicho raro si no me molestaran tanto esas cosas?Probablemente. Pero estoy en compañía de otros dos fenómenos mientras Ethan nos conduce por el centro. Esto es aterrador. Aterrador y excitante a la vez. –¿Vamos a un hotel otra vez?– pregunto. —No —dice Ethan—. Te llevaremos a uno de nuestros departamentos. Probablemente al de Cameron porque él tiene todos los juguetes buenos. –¿Juguetes?–me imagino de nuevo esas esposas, esas paletas y esos tapones anales. Ninguno de los dos dice nada, y entonces Cameron dice: —Esta noche, no usaremos muchos juguetes. Solo quiero que seamos nosotros esta vez, nuestra primera vez juntos. Me alivia que no esté diciendo que es mi primera vez, que el foco e