Narra Maria
Bradley y yo salimos derrotados. Hace cinco minutos, estaba tratando de lograr un objetivo y fracasé. No fue ni la mitad de divertido de lo que Bradley y yo esperábamos. Estuvimos dando tumbos y fingiendo gemidos durante al menos diez minutos, pero nada. Ningún profesor de cara enojada y gruñón irrumpió y nos ordenó que nos fuéramos.¿Por qué no vino Cameron a terminar con la situación? Sé que estaba en su oficina. Podía oírlo allí. Estaba hablando.
¿Estaba hablando con Ethan?
Presioné mi oído contra la pared y escuché el murmullo bajo de voces masculinas. Sus palabras eran demasiado apagadas para que pudiera distinguirlas. Sin embargo, ese era el murmullo bajo de Ethan; lo reconocería en cualquier lugar. Es una voz que podría hacer que mi coño se humedezca con una sola sílab
