Despues de todo lo que había pasado entre Samantha y yo, no sabía realmente lo que eramos, era algo complicado, seguíamos besándonos cuando queríamos, hablábamos a diario y seguido iba a su casa. Se que la amo de cierta manera y ella a mi, y aunque es una palabra muy fuerte, realmente asi lo siento y si me dice lo contrario se esta engañando a si misma. Asi que un dia decidí ir al colegio, llegué a su salón a saludarla desde afuera, pero no estaba Sam, era otra chica igual de joven que ella. Hice cara de confusión, asi que la chica amablemente salio del salón conmigo. Afortunadamente llegue a una hora en la que ya no tenia alumnos y lo usaban como para recibir padres de familia si es que a alguno llegaba a importarle su hijo como para ir a ver al maestro. - Hola- le dije cuando salio.