Llamo Alfredo a su gato, y tiempo despues me confeso que fue en alusion a los cuernitos rellenos de chocolate famosos en la ciudad. Tuve que adaptarme a su nueva mascota y era complicado, cada que iba a su casa, necesitaba llevar un antihistaminico para la alergia pero siempre me quedaban algunos sintomas, ronchitas en los brazos donde le encantaba pasarse ronroneando, o los ojos rojos por lo que seguido hacia chistes. Pero me encantaba verla feliz y mas la felicidad que esa pequeña bola de pelos le traia. Ese gato siempre me saco de mis casillas, era demasiado inteligente y para coincidencia, su personalidad era muy parecida a la de Sam, como ella pero gatuna, tierna, pero a veces, ese apartamento era demasiado ella. Y no me malinterpreten, la amo, pero esa mujer tiene su caracter fuer