1 Nuestro destino el comienzo

Capitulo 5

—Estoy en el baño para ponerme mi pijama, para poder estar con mis amigas, les envió una videollamada, ya que no había tenido tiempo para hablar.

—Veo que las chicas no saben, porque quería ir a casa de luna, pero ella sabe por qué.

—Robert, ¿sabes cómo aceptar la videollamada?

—Esa es la idea chica estar hablando con ella.

En cuanto les digo cómo hacerlo, les doy aceptar.

—Hola, chicas y Robert.

—Hola, Cris, ¿cómo estás?

—Bien Robert, me fascino el vídeo y me hizo llorar.

—¿Cómo está tu abuela?

—Mi abuela murió al siguiente día que llegué, fue en la madrugada.

—¿Por qué no nos lo dijiste?

—Perdón, es que no sabía que ya tenía internet, me enteré hace un rato y como he estado visitando a mi abuelo lo que resta de las vacaciones con una prima.

—Ah, pues qué bueno, de seguro en la noche nomás cenabas con tus papás.

—Claro, ¿cómo lo saben?

—A, pues, te conocemos bien.

—Sí, es cierto, me conocen mejor que mi familia.

—Pues eres nuestra amiga, te queremos y te extrañamos, sin ti ya no es lo mismo.

—Yo también los extraño, mucho chicas, las tengo que dejar, ya me tengo que ir a dormir para levantarme temprano para ir a la prepa, buenas noches, chicas y Robert.

—Igualmente para ti Cris.

—Escuché la alarma y me despierto, voy al armario para ver qué ropa ponerme hoy, eso dependía de mi estado de ánimo de hoy. Amanecí de buen humor, toca algo alegre, veo una blusa amarilla con girasol y un pantalón de mezclilla y unos tenis en forma de botita de color blanco y mi mochila era de twilight. Bajo a desayunar un confléis de zucaritas y de fibra con chocomilk, mis papás estaban desayunando también. Termino de desayunar, me voy a lavar los dientes, ya que mi papá me va a llevar a la prepa.

—Hija tu papá ya te está esperando en el coche.

—Ya voy mamá.

Al llegar mi papá me dejó a una cuadra.

—Decidí dejarla una cuadra para que no se sintiera apenada, la conozco un poquito bien y como es su primer día no quiero que esté enojada conmigo.

—Hola, eres nueva, ¿verdad?

—Hicieron lo mejor, aquí está la dirección Cris.

—Gracias, Tay.

—Bueno, aquí te dejo yo, porque me voy a mi salón antes de que den el timbre, te veo luego.

Dirección

—Hola, buenos días.

—Hola, buenos días, señorita, ¿qué se le ofrece?

—Vengó a dejarle los papeles que me faltaban entregarle.

—Muchas gracias por traerlos a tiempo, ya se puede ir a su salón.

—Salgo de la dirección rumbo al salón, ya que el consulado sabe que voy a estudiar la prepa y la carrera, pues me voy a quedar a vivir para siempre, entro a mi primera clase, pero como todavía no llegaba la maestra, unas chicas se me acercaron y ya se para que sea.

Le preguntamos

—¿Cómo te llamas?

—Cris, ¿ustedes?

—Yo me llamo Andrea, Fernanda, Erika, Karen, Fanny, Blanca, Diana y había dos Alicia y ¿cuántos años tienes?

—Dieciséis años

—Nosotras quince años y ¿por qué tienes dieciséis años?

—Es que soy de los Ángeles, me fui vivir con mis papás y tuve que repetir tercero de primaria porque como no pase año, por una broma, que un día de estos les platico y lo tuve que hacer en los ángeles, ahora estoy de regreso.

Vimos que entró la maestra, así que sé que ocuparon cinco mesas de la parte atrás para estar platicando todas.

Veo que uno puso unos ejercicios para realizar, para ver cuánto sabíamos de todo el año de secundaria

Buenos días, jóvenes, antes de que suene el timbre, les aviso que el sábado están invitados a la fiesta que van a hacer sus compañeros de último semestre y es para todos los alumnos.

Por fin, ese timbre fue nuestra salvación para ir a receso. Mis amigas y yo nos fuimos a sentar.

—Sí, ¿sabe dónde está la dirección?

—Claro, yo te llevo.

—Muchas gracias.

—Íbamos caminando los dos y quería saber su nombre, pero los dos dijimos al mismo tiempo:

—¿Cómo te llamas?

Me río porque los dos preguntamos, pero siento que la he conocido en un lugar, pero no me acuerdo, veo que me va a decir su nombre.

—Yo Cristina, pero me puedes decir Cris ¿Y tú?

—Taylor, pero mis amigos me dicen, ¿de dónde eres?

—Pues yo nací en Guadalajara, pero cuando terminé tercero de primaria nos fuimos a vivir a los Ángeles, volvimos porque mi abuelita estaba en el hospital, estaba grave y murió en la madrugada, solo teníamos un día de haber llegado y tiene dos semanas que murió.

—Lo siento mucho.

—Yo ya lo he superado y además no tengo que estar triste, es que mi prima y yo cuidamos a mi abuelo y prometimos no estar tristes por mi abuelo.

—Cris y ¿tenías novio en dónde estaba antes?

—Sí, pero rompí con él cuándo vine a vivir a México.

No pude evitar escuchar parte de la conversación y decidí acercarme a Cris.

—Hola, Tay, ¿qué quieres decirme?

—Bueno, te quería preguntar si querías ir al baile conmigo.

—Claro que sí, deja te doy la dirección de mi casa para que pases por mí y ¿a qué hora vienes?

—A las siete o ¿Prefieres más tarde?

—Prefecto, a esa hora me parece bien Tay.

Pues Cris no tenía idea de que ponerse, les iba a pedir a sus papás dinero para que se compre algo de ropa.

-Cris, ¿en qué piensas?

-En la ropa que tengo que comprar.

-Y, ¿De dónde conoces a Tay?, Cris.

-Les platico mientras nos vamos a la siguiente clase.

-Vaya Cris, eso sí es el destino.

-Estoy en espera del timbre para salir, sé que me estará esperando mi mamá en su carro.

Vimos cómo Cris rápido guardó sus cosas cuando sonó el timbre de salida.

Veo que ya están saliendo todos, me bajo para abrir la cajuela del coche para que mi hija guarde su mochila.

-Me voy, ya está mi mamá esperando, pero vamos para que las conozcan.

-Hola, señora, somos amigas de Cris.

-Mucho gusto conocerlas, ¿hija a quién estás mirando?

Volteo para el otro lado y me quedó viendo a Tay que viene a directo donde estoy con mi mamá.

-Ahora sé por qué te pusiste toda roja hija, porque viene ese muchacho contigo y ¿cómo se llama?

-Taylor, pero les decimos Tay, espera que venga, ya te enteraras de que trata.

-Hola, señora, le quiero pedir permiso para una fiesta que van a hacer los de último semestre de prepa el sábado.

-No hay problema Tay.

-Gracias, hasta mañana Cris

-Hasta mañana chicas y Tay.

Me subí al coche y cuando arrancó el coche íbamos platicando.

-Hija, no vamos a ir a casa, vamos a ir de compras tú y yo para que tengas para el sábado.

-Mamá, pero cómo sabías que les iba a pedir dinero.

-Hija, sé que cuando vas a ir a una fiesta pides dinero para siempre ir guapa como yo, por eso tu papá te cuida mucho y ¿ya tienes idea qué es lo que quieres que te compre?

-Si mamá, unas mallas negras que sean pegaditas al cuerpo y un blusón, solo espero que papá no se vaya a poner celoso y, por cierto, ¿dónde vamos a comer? ¿Por qué no vamos a comer una pizza?

-Buena idea hija, porque creo que voy a llegar a hacer la cena y tú vas a hacer tu tarea.

Cuando llegamos al centro, fuimos a comer.

Ya que terminamos nos fuimos a las tiendas donde siempre íbamos cuando veníamos de vacaciones.

Después de cuatro horas, las dos traíamos las bolsas con las compras que hicimos, nos fuimos para el estacionamiento, para ya irnos a la casa y de seguro mi papá llegó antes.

Estaba prestando atención a lo que me decía mi hija, cómo conoció a sus nuevos amigos.

-Vaya ahora sí que me sorprendiste, pero dime una cosa, ¿te gusta ese chico o todavía sigues enamorada de Robert?

-Mamá, Robert, siempre será mi segundo amor y tú sabes quién fue el primero, pero te digo que, si me gusta Tay, pero quiero conocerlo un poco más, no quiero hacerme ilusiones, que tal si tiene novia o que ya sea papá, prefiero ir con calma paso a paso.

-Ahora, si me dejaste sin palabras, hija, si te escuchas hablando así, tu papá va a decir que nunca te ha escuchado así.

-Por cierto, últimamente veo que tú y papá están haciendo algo en el cuarto que está vacío, ¿qué están haciendo?

-Es una sorpresa, así que vas a tener que esperar hasta el sábado para que sepas de qué se trata, pero es algo de lo que te vas a poner contenta, ya llegamos a casa.

-Bueno, por lo menos es el sábado, voy a hacer la tarea a mi cuarto, me avisas cuando esté la cena mamá.

Le estoy hablando, pero nada que baja.

Estoy a punto de terminar cuando veo que entra mi mamá enojada.

-Cristina, te estoy hablando, ya me imaginaba que tenías tus audífonos y haciendo tu tarea.

-Perdón mamá, ya sabes cómo soy, ya me falta poco para acabar.

-Bueno, no te preocupes hija, ¿Te subo la cena para que sigas haciendo tu tarea?

-Ok mamá.

Termino mi tarea, prendo mi laptop y empiezo a mandar solicitud a mis nuevas amigas y también a Tay, no paso ni siquiera un minuto cuando me la aceptó, luego las chicas, pienso que mis antiguas amigas se van a conectar al ver que tengo nuevas amigas y de que había conocido aquel chico, pues dio resultado, porque en los Ángeles al ver las chicas que Cris había conocido a un chico, Robert también vio en su cuenta, pero él sabía que Cris era de las que se hacía amigos y los iba conociendo poco a poco.

Nos conectamos rápido al ver al chico nuevo de Cris.

Veo que tuvo resultado, me estoy riendo, mi mamá sube rápido para ver que me da tanta risa.

-¿De qué te ríes, hija?

-Dame un minuto, solo fíjate quien me aceptó una solicitud y ve quienes fueron las que se conectaron y vas a saber por qué me estaba riendo.

Me acerco a ver para saber cuál era el motivo, veo que está en sus antiguas amigas de donde vivíamos antes, conociéndola, sé que se va a hacer como la que no sabe nada-

-Bueno, hija, me retiro, ya me voy para que chatees con tus amigas.

-Hola, chicas, ¿cómo están?

Vimos que Cris hizo como que no sabía nada, entonces entre todas decidimos enviarle una videollamada, para que nos contara cómo le había ido en su primer día.

-Decidí aceptar la solicitud de videollamada, todas mis amigas estaban allí.

-Hola, Cris, ¿estamos bien y tú?

-Bien

-Qué bueno.

-¿Por qué chicas?

-Por el chico que tienes.

-¡Ah! Tay

-Te pasaste, está guapo y cuando lo conociste.

-A penas hoy.

Les platicó a las chicas cómo lo conocí, cuando le digo lo de la invitación del baile que tenía y que le pidió permiso a mi mamá, pero que ahora le tocaba el turno a mi papá, entonces yo no sé qué va a decir.

-Lo conozco a la perfección, igual que ustedes.

Todas se quedaron calladas y no dijeron nada.

-Ay, amiga, que bueno que tu mamá te dejo ir, espero que con tu papá sea igual.

-Gracias chicas.

En eso se me sale un bostezo, señal de que ya tenía sueño y mis amigas se dieron cuenta.

-Bueno Cris, te dejamos porque ya es hora que te duermas.

-Ok chicas, adiós.

-Igualmente para ti.

Ya terminó la videollamada, apago la laptop para ya ponerme mi pijama e irme a dormir, no sin antes escuchar un poquito de música.

Nosotras le preguntamos a Robert lo que piensa de esto.

-Me alegro de que el chico que conoció Cris hiciera las cosas bien.

Voy al cuarto de la princesa, cuando entro veo que se quedó dormida con sus audífonos, se los quitó sin despertarla, la tapó con su cobija, le doy un beso de buenas noches y me retiro sin hacer ningún ruido.

Hoy desperté de un buen humor, al bajar a la cocina veo que mi papá se me queda viendo muy extraño.

-Veo que estás muy feliz tarde o temprano me voy a enterar, no sé qué sucedió ayer, pero de seguro conoce a alguien que hace latir su corazón, no voy a decir nada, voy a dejar que ella me diga

-Termino de desayunar y le digo a mi papá.

-Ya estoy lista, nos podemos ir.

-Claro que sí, hija, nos vemos cariño.

-Adiós mamá.

-Suerte hija.

Al llegar veo que está Tay, estaba esperándome para que viniera junto con mi papá, ahora entiendo por qué mi mamá me dijo suerte, ya me imaginaba más para qué iba a ser lo veo que se acerca.

Cuando veo que se acerca mucho, de seguro era para pedirme algo que Cris seguramente no me había dicho y a su mamá ya sabe y ahora mi turno.

Me acerco a saludar.

-Hola, señor, soy amigo de Cris.

-Hola, muchacho, ¿me quieres pedir algo?

Yo estaba que me moría de vergüenza, porque mi papá siempre ha sido muy directo, yo me quedé callada, pero nomás me le quedaba viendo a él.

-Sí señor.

-Adelante muchacho, te escucho.

-Le quería pedir permiso para que Cris pueda ir conmigo a un baile que organizaron unos compañeros, ya que van a terminar este año.

-Claro que sí, tienes mi permiso.

-Gracias, señor.

-Bueno, los dejo, me voy a trabajar hija, nos vemos en la tarde para comer.

Pensé que mi papá iba a decir que no, pero al ver que solo los nervios que sentía, los dos nos fuimos directamente a nuestras clases, cada uno obviamente. Al llegar les platico a mis amigas todo lo sucedido y cómo estaba yo. Cuando llegué a la casa, le voy a platicar a mi mamá, para que sepa lo que sucedió hoy, de seguro se va a morir de la risa.

-Vaya que suerte la tuya amiga.

-Al rato les platico bien, hay que centrarnos en la clase.

Y en la hora de descanso, todas salimos, qué sorpresa nos llevamos, Tay estaba ahí con sus amigos y nos fuimos a sentar todos juntos. Así pasaron los días, ellos se sentaban con nosotras y vimos a diario a Cris y Tay con unas miradas y todos nos dimos cuenta de algo, entre todos pensamos que estos dos pronto iban a ser novios.

El viernes al llegar a casa me subo rápido a mi cuarto a hacer la tarea, no quería dejar todo para el último momento, ya que mañana iba a ser la fiesta y el domingo me iba a ir con Tay al zoológico.

Veo que mi hija se subió rápido a hacer sus deberes que le corresponden, mientras yo me pongo a hacer la comida, para cuando esté lista ella bajé a comer junto con nosotros, hoy su papá sale temprano, va a cenar con nosotras.

-Escuché el carro de mi papá, veo que llego temprano como todos los viernes, entonces me bajó rápido para estar con ellos y ya después que termine volver a subir, hacer lo que tengo que hacer y el rato ya dormir.

-Pasamos toda la tarde mi mujer y yo en el cuarto que estamos arreglando para mañana, para darle la sorpresa a la princesa, al cabo que ya está en su cuarto terminando lo que dejó. Una vez que ya tenemos todo terminado para mañana y otra sorpresa más que tenemos que saber que le va a encantar, iba a estar más emocionada, la conozco, va a ser una hermana mayor por defender a su hermano, ella no lo sabe.

-Subo al cuarto de mi hija, porque lo más seguro es que se quedó dormida otra vez con los audífonos, al entrar veo que sí se quedó dormida, le quitó con cuidado los audífonos, la tapó muy bien y me retiro sin hacer ruido, para que no se despierte y tenga un sueño agradable