Amanda no deja de mirar aquel hermoso detalle de Pablo era algo excesivamente especial para ella, mucho más después que él le contó que había visto a Verónica y le había llevado medicamentos y comida para la dieta estricta que ella debía llevar, aunque no podía ir a verla, le satisfacía saber que por lo menos ella, estaba bien. Se acostó, abrió por enésima vez la cajita de música y observó girar y girar a la bailarina y como en una máquina del tiempo, recordó su adolescencia. —Mandy —la llamó Karina, su amiga de la secundaria, ella volteó emocionada al oír su voz. —Karina —fue hasta ella, y la abrazó.— ¿Cómo hiciste para venir? —Javier me ayudó a salir de casa sin que mis padres se dieran cuenta, ya sabes que no desean que mantengamos una amistad. Dicen que no gano nada al lado de la hi
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books