Se sintió un poco mejor después de media hora. Tenia demasiado trabajo, así que, no podía darse el lujo de perder mas el tiempo. Cerca del medio día, Clara le avisó que el Sr. Andrés Vallarta quería verla, le dijo que lo hiciera pasar enseguida. —Tengo muy buenas noticias – Larissa se levanto de su silla al escucharlo. —¿En serio? —El juez falló a nuestro favor – Larissa se echó en sus brazos riendo, estaba feliz y él también – la casa quedara liberada en una semana y todo dentro de la propiedad, autos, muebles, todo. —¡Oh Andrés, muchas gracias! – lo besó en la mejilla y él se sonrojó, pero ella volvió a abrazarlo y el la estrechó. El momento lo arruinó Octavio al entrar sin anunciarse, aplaudiendo ruidosamente y con la puerta de la oficina abierta de par en par. —¡Bravo! ¿Otro más