LO EXTINTO DEL MAÑANA

Capítulo ll: Inquebrantable

En un mundo tan amplio lleno de oportunidades me encontraba yo desesperada por avanzar, luego de mi tragedia, desesperada por demostrar que podía con todo, hasta que decidí frenarme para analizar que no era necesario demostrarle a nadie las cosas que podía soportar. Era mi vida, yo buscaría las maneras de enderezarla. Al tiempo de lo que me sucedió, me centré en hacer dinero iniciando una tienda virtual de ropa llamada Beiruth, donde vendía franelas que pedía vía online traídas de Caracas. Me fue bien, estaba tan entusiasmada hasta que como todo, se fue abajo y fracasé. He venido tratando de volverla a subir de nivel pero llega un momento donde te trabas, entonces decides hacer otras cosas mientras tanto. Vender CropTops, jeans, algo que produzca más. Comprando telas para tomar las fotos, innovando. Traté de leer mucho y aplicar lo que aprendía, por alguna razón toda mi vida es muy fugaz. Cada sentimiento, sensación, lo que sea, es demasiado fugaz, excepto esto que me pasó. Quedó tan clavado y marcado, se me ha hecho difícil superarlo. Hace poco acudí a una Psiquiatra explicándole ya que estaba bastante interesada en un chico y quería ser mejor persona por el. Me envió pastillas y me aclaró la mente, sólo que ahora que empecé a salir con este muchacho, en ocasiones me siento como una mujer normal, es curioso porque no es que ser violada sexualmente haga que te salga otra pierna y 3 ojos, pero así me siento, como un ser extraño al cual fácilmente van a juzgar, pero el me hace sentir como una mujer normal, como si jamás hubiera sufrido tanto, como que valió la pena esperar todo este tiempo por alguien aún sin esperarlo. De repente decirle lo que me pasó arruine todo, pero no tengo miedo. Me volví fuerte y desapegada. A veces deseo enormemente ser apegada, una chica muy suelta y segura, pero tantas cosas en mi cabeza no me dejan ser libre. He tenido que reeducarme, aprender a amar, a dar todo de mi, a disminuir el miedo, a ser mucho más fuerte, a ser más independiente, a ser mejor. Tal vez el llegó a mi vida para que yo aprenda que soy una mujer común y corriente, que puedo amar y tener sexo sin sentirme culpable. Que no debo tener miedo por desearlo tanto o tener todas estas inseguridades porque quiero estar con el. De a momentos todo se me pasa y creo que no lo quiero lo suficiente pero es muy probable que sea yo, buscando una nueva excusa para alejarlo.

Todo apunta a que me debo dejar llevar, debo vivir y dejar de cohibirme, sin olvidar lo que viví...

Eran las 10pm, estábamos en su carro, nos íbamos a bajar para comer helados, cuando me jala y me besa, sus labios tan suaves y cálidos, me hacen soñar, me estremecen, me excitan, besa mi mandíbula, mi cuello, muerde mi oreja, y vuelve a mis labios, aprieta mi cuerpo contra el suyo, me vuelve loca escuchar su respiración agitada, y la fuerza que pone encima de mí para estar más unidos, como si quisiera que mi cuerpo se fundiera con el suyo. Entrelaza sus dedos con los míos poniendo mis manos encima de mí cabeza y las aprieta, mientras está encima de mí. Por dentro pienso que me encanta, estaba tan excitada y se aparta. Me dice que me quiere hacer el amor cuando yo esté lista, como si supiera mi pasado.

Lo deseo con locura, pero tengo tanto miedo de enfrentar todo y no se que hacer.

En algún momento de mi vida tengo que ceder, no se si el momento sea ahora, con el, pero me entiende, me puedo sentir como una niña y el está haciéndome feliz todo el tiempo. Me mira como si fuera especial, me hace sentir hermosa, valiosa, yo creo que eso es lo importante. Sus ojos tan expresivos junto a su sonrisa contagiosa me alegran enormemente el día entero, me hace sentir como una boba enamorada, puedo recordar todas esas veces que quise morir y hoy veo que vale la pena estar viva, porque puedo sentir todo este torbellino de emociones siempre gracias a él. Me siento fuerte, invencible, capaz de todo. Al final del día, eso es lo que importa. Sentir que te puedes comer el mundo y que nada es más fuerte que tu.

Salir a comer, caminar, reír, mirarse, tocarse las manos, abrazarse, todos esos gestos expresivos de su cara y la mía, vernos distraídos mientras uno de nosotros hace algo, representar un lugar, un escape, un alivio, un viaje, representar la vida, el amor, la pasión, lo atrevido y lo gracioso me hace pensar que cada trago que tomas por muy amargo que sea vale la pena, porque vives estos momentos donde vivir puede ser lo más maravilloso del mundo, donde la vida no pesa, y solo quieres dejarla fluir. Encuentras motivación al despertarte todos los días porque sabes que vas a verlo y cuando no puedes verlo, sabes que está ahí, puedes llamarlo, decirle que lo quieres y que te hace muy feliz tenerlo. Sientes cositas en el estómago y el corazón acelerado, cuando te das cuenta estás más clavada que nunca.

Siempre decimos que Cupido se drogó cuando nos lanzó las flechas, porque no es normal que nos sintamos tan bobos uno del otro.

Recuerdo la primera vez que sentí que estaba enamorada de alguien; era 2017 un chico muy guapo y alto, lo conocí por casualidad, era muy amable, educado, cariñoso, no había tenido novia, todo perfecto. Solo que era hijo único, tenía una madre que lo protegía mucho y nos tuvimos que separar. Sentí que se me quebró el mundo, que todo se estremeció cuando no pudimos continuar. Estuve sola por un tiempo, porque después que te rompen el corazón, no quieres saber de nadie. El fue mi primer amor. Ya no sé nada de él, ni como está, salvo por unas fotos que a veces sube por las r************* . Sé que parecíamos hermanos, nosotros teníamos tan buena comunicación, nos la llevábamos tan bien, disfrutábamos cada momento, pero las circunstancias y la inmadurez nos separó. Hoy en día ya no duele, lo veo como un aprendizaje necesario para avanzar en toda la travesía que es vivir.

A veces conoces personas solo para aprender, para desarrollarte, avanzar, a veces ese es el objetivo. Personas que te impulsan a otra onda, otro mundo, otra percepción, otros cuestionamientos, personas que te cambian, logran en ti lo que no has podido hacer en tu soledad. Es curioso, yo siempre pensé que enfocarse en uno mismo era la solución, pero he tenido experiencias que me han hecho cambiar de parecer.