Narra Daniel
Han pasado cinco años desde que estuve aquí por última vez, mi padre no me permitió ni siquiera volver por vacaciones, no quería distracciones o eso decía. Aveces pienso que era más cómodo no tener que cuidar de mi y tenerme lejos.
No dudo de su amor hacia mi, pero tampoco puedo negar que me sentí abandonado.
Todas las fiestas y vacaciones ellos eran los que venían, las vacaciones no estaban mal. Guardo recuerdos inolvidables de esos años.
Mi mejor amigo y yo recorrimos el mundo cada verano y para que nos vamos a engañar también dejamos corazones rotos por el camino. Más de uno la verdad.
Desde que he llegado aquí, mi lobo está inquieto, no estoy seguro pero quizás... Sea.. que mi mate puede estar cerca.
Estoy con mi padre en el despacho, me cuenta todas las novedades sobre la Manada. Comienzo a notar un aroma muy dulce, es chocolate con menta. Mi lobo salta dentro de mi, quiere tenerla cerca y ya.
Cada vez es más notable, ahora estoy seguro es mi mate. Voy a salir corriendo a su busca, pero la puerta se abre entra mamá acompañada de la portadora del aroma.
Lleva un gorro rosa muy gracioso, se lo quita y puedo ver un pelo n***o y largo caer sobre su cuerpo, sus ojos son negros como la noche, sus labios jugosos y un cuerpo plagado de curvas que me hacen volverme loco.
Pero espera, porque ella no parece importarle, no me ha mirado ni una sola vez. Me está ignorando, si yo sé que es ella es mi mate, porque no noto ninguna reacción por su parte.
Me siento estafado con esto de los mates, por primera vez en toda mi vida me siento rechazo.
Ya han terminado, se está despidiendo tiende su mano para despedirse de mi. En serio como puede ser tan cínica!! Después de pensarlo un rato acepto estrechar su mano, quiero saber cómo se siente el toque de su piel.
Una sensación maravillosa ha recorrido mi cuerpo y se que ella también lo ha experimentado, me ha soltado rápidamente y se ha marchado con mamá.
Están las dos en la biblioteca, ese aroma y esa indiferencia me están volviendo loco.
Igual solo se hace la difícil, o se ha echo la loca porque estaban mis padres... miles de preguntas recorren mi mente.
Acaba de salir, se ha despedido de mamá y va por el jardín. Este es el momento de hablar con ella. Pero no hoy nada tiene que salirme bien. Mamá me agarra y me lleva con ella a la cocina.
Diosa la he perdido!! Bueno me autoconsuelo, se dónde trabaja y el pueblo no es tan grande. Pronto muy pronto la volveré a ver.
Está noche apenas he dormido, pensando en esos ojos, esa boca que está hecha para mis besos.
Salgo a fuera necesito despejarme cedo el control a mi lobo y este se echa a correr, recorremos los límites de la manada es una mañana fria y un lugar tranquilo.
No creo que me cueste mucho acostumbrarme de nuevo a estos paisajes y a esta paz.
Mi lobo se ha parado frente a una casa, me doy cuenta de porque. Su aroma lo impregna todo. Quiere marcarla me lo reclama...
Pero ni siquiera me ha aceptado, más bien casi me ha rechazado con su indiferencia.
Vuelvo a casa, dentro de un lobo enfadado. Por el momento lo mejor es esperar, está tarde saldré a la cafetería hay a algunos amigos que hace tiempo que no veo.
Además igual tengo suerte y la vuelvo a ver...
**
Acabo de llegar a la cafetería a mi lado va Michael, mi mejor amigo, mi hermano, no de sangre pero como si lo fuera además será mi futuro beta.
Acaban de llegar Dorian y Charlie, ellos no han cambiado nada, los acompañan dos chicas.
A una de ellas la reconozco de inmediato es Tif, se abalanza sobre mi y me besa. Intento apartarla y de reojo veo como llega Helena, acompañada de las hermanas de Michael y otra chica.
No quiero que vea está escena, pero Tif parece un pulpo.
Helena pasa por mi lado y me dedica una sonrisa. Apartó de un golpe a Tif,
- No lo vuelvas a hacer, no tienes derecho tu y yo no tenemos nada. Encontre a mi mate!! Te queda claro.
Ella agacha su cabeza y se echa a un lado, no lo he podido evitar, desde ahora mismo detesto los besos y las caricias de todas. Solo quiero las de Helena.
Pero como, está tan fresca, cuando tú mate, besa a otra persona o tiene sexo con el/ella. Un dolor indescriptible te atraviesa.
No lo entiendo, nadie es tan bueno disimulando. Ni aunque fuera una actriz podría hacerlo también.
Estoy tomando un batido, no estoy pendiente de lo que me dicen, mis ojos están clavados en la morena del fondo que parece estar divertiendose con sus amiguitas.
Esta situación me tiene loco, además ese aroma me complica más las cosas.
Acaban de pagar están saliendo a la calle, esta vez no pienso desaprovechar mi oportunidad.
Salgo detrás de ella y la llamo. Ella se da la vuelta despide a sus amigas para quedarse parada esperando a que hable.
- Helena, veo que finjes muy bien. Digo mientras una risa tonta sale de mi boca.
- Que..? De que estás hablando, tu y yo solo nos hemos visto dos veces, no se porque debería finjir. Dice ella levantando una ceja.
- No te hagas la tonta, sabes de sobra que somos mates, de verdad no entiendo a que juegas...
- Imposible, te habría olido... Veo como después de estas palabras se queda callada. Algo ronda por su cabeza, pasamos unos segundos en un silencio incómodo.
Levanta su cabeza, da un paso al frente y comienza a hablar:
-Yo Helena Dorian te rechazo a ti Daniel Jhonson como mi...
- No sigas, no lo voy a permitir, no me vas a rechazar y menos voy aceptar tu rechazo. Le digo tapándole la boca con una mano.