˗ˏˋ Owen ˎˊ˗ Nueva York, Estados Unidos. Tras decir eso, Flavia se queda en silencio, su expresión es una mezcla de dolor y agotamiento. Siento el peso de mis palabras en el aire y una punzada de culpa me atraviesa, pero no puedo darme el lujo de retroceder ahora. No cuando se trata de mis hijos. Quiero gritar, quiero suplicarle que me entienda, pero me contengo. Mi instinto es proteger, estar presente, ser el padre que yo nunca tuve. No puedo permitir que se los lleve a Italia y me aparte de ellos. La sola idea me hace explotar la cabeza. —Flavia, entiendo que esto ha sido difícil para ti —digo, tratando de moderar mi tono—. Pero no puedo quedarme de brazos cruzados mientras te alejas con nuestros hijos. Necesito estar para ellos. Ella me mira con sus ojos llenos de lágrimas contenid