˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗ Nueva York, Estados Unidos. A la mañana siguiente, me despierto con las usuales náuseas matutinas, pero esta vez con renovada determinación. Después de unos minutos en el baño, salgo lista para enfrentar el día. Ya estoy en Nueva York y no hay vuelta atrás: es momento de enfrentar lo que venga y poner el pecho ante las balas. Me preparo un té para asentar el estómago. Ya había aprendido, a las malas, que no debía salir de casa sin comer nada; así que, intento seguir la rutina que mantenía en casa de mi nonna, aunque indudablemente extraño las tartas de Matilda para el desayuno. Recuerdo que no he hablado con ella, así que decido llamarla y marco su número. Hablo con mi abuela, contándole que llegamos bien y describiéndole lo bonito que es el apartamento. Mientras hablam