˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗ En el avión, rumbo a Nueva York. El avión ha estado en el aire durante un par de horas, y, aunque Cory ha hecho un trabajo admirable manteniéndome distraída con historias sobre su trabajo, mi mente sigue dándole vueltas a todo lo que me espera al llegar a Nueva York. La suavidad del rugido de los motores es casi hipnótica, y el ritmo constante del avión atravesando el cielo nocturno tiene un efecto calmante, pero mis pensamientos no me dejan descansar. —… y cuando le pedimos al pasajero que abriera su chaqueta, al bajar su cremallera, aparece la cabeza de un pequeño gatito, que comienza a maullar con todas sus fuerzas —continúa, con una sonrisa traviesa. No puedo evitar reírme. Cory tiene un don para las historias. Paso los siguientes minutos escuchando sus anécdotas de