—Emma, toma asiento —habló Nicolas con tono serio. Maldije dentro de mí porque la única silla disponible estaba a su lado y me negaba rotundamente, pero empecé a caminar y sin mirarlo, me senté al lado de él. —Bien, estamos todos —dijo Dan. —El motivo inesperado de esta reunión es que debido a unos acontecimientos que ocurrieron hace poco —dijo aquel hombre—. Y como saben, situaciones así llegan a saberse muy rápido, no es bueno para el señor Nick ni para la empresa. Ustedes son una pareja reciente y por lo tanto, muy reconocida… —¿Cuál es su nombre? —le pregunté de pronto, sorprendiéndolo. —William. —William… —Hice una pausa—. Fue mi culpa, yo hice que todo se saliera de control al punto de agredir a la señorita Alisson Welsch —su nombre me sabía amargo en los labios—. Ya sabe… mis