Kyle Mendez estaba parado frente al espejo de su dormitorio en su apartamento alquilado de New York, estudiándose con ojo crítico. En su rostro delgado y bronceado apreció una expresión pensativo y luego, abruptamente, se volvió y cruzó la habitación. Días atrás había acordado tener una cita con Lauren, finalmente después de tantos intentos esta se la había concedido.
Esa noche ya se había cambiado tres veces de ropa, y no estaba dispuesto a volver a hacerlo. Decidió que su elección de pantalones gris oscuro, chaqueta de cachemira negra, camisa blanca y voile y corbata negra con motas blancas era una vestimenta correcta para salir a comer.
Lauren había elegido un restaurante elegante pero no pretencioso, donde servían una comida maravillosa. Cuando el le dijo que le parecía un lugar idea
