Un grito espantoso despierta a Aurora. Se levanta bruscamente del camastro y empieza a mirar a todas partes, con el corazón latiendo a mil dentro de su pecho. —No encuentro a mi hermana, señora —Isabella llora desesperada mientras señala hacia el agua. Cualquiera que no la conozca pensaría que su aflicción es real. —Ya la busqué en todas partes. Hay sangre cerca del barandal y creo que ella se cayó. Aurora camina a pasos pesados hasta su posición y mira las gotas de sangre que ella menciona. Se lleva las manos a la boca. Corre hasta donde están sus cosas y toma el celular que tiene en su bolso para llamar a la policía costera. Isabella no deja de llorar. —Deben venir por favor, mi nuera está desaparecida y tememos que haya caído al agua —dice en voz temblorosa la mujer. Isabella asoma u