Braxton ¿Qué carajo les pasa a mis hermanos? No hay forma de que Samantha sea su pareja. La miro mientras la llevo a su habitación. Ella es mía. Siento cosquilleos cuando la toco. Su aroma es tan embriagador para mí. Tienen que estar confundidos. Han estado conduciendo durante cinco horas, tal vez sea cansancio del viaje. —¿Braxton? —Eva me empujó mientras caminábamos. —¿Sí, cacahuete? —le pregunté a mi hermana. —Samantha es especial —me dijo Eva. —Sí, lo es. ¿Puedes abrirle la puerta? —le dije a Eva. Observé cómo mi hermanita saltaba hasta la puerta de Samantha y la abría para mí. Entré en la habitación de Samantha y me acerqué a su cama. Mientras acostaba a Samantha en la cama, ella empezó a despertarse. —¿Qué... pasó? —murmuró lentamente y suavemente mientras giraba la cabeza