Samantha
No sabía si debería abrazar a esta mujer por darme un trabajo que quería desesperadamente o abofetearla por hacer que pareciera que era una prostituta común.
Decidí que simplemente debería tragarme lo que ella acababa de decir y agradecerle.
—Entiendo, Sra. Gold. No tengo ninguna intención de estar con ninguno de sus hijos —le dije.
—Bien, te daré una prueba de un mes aquí. Si pasas la prueba, entonces serás permanente. Supongo que necesitas un viaje a casa para poner tus asuntos en orden antes de volver aquí mañana —preguntó la Sra. Gold mientras levantaba una ceja hacia mí.
—Tengo una pregunta, ¿no hacen una búsqueda de antecedentes a las personas antes de darles una prueba? —le pregunté.
Este trabajo me estaba siendo entregado muy rápidamente. Tenía que haber una trampa.
—Ya lo hice, de lo contrario no estarías aquí ahora mismo. Entonces, ¿sí o no necesitas ese viaje? —me preguntó.
La vida en esta casa definitivamente va a ser interesante.
—Sí, lo necesito. Eso sería de ayuda. Gracias —le dije.
La Sra. Gold me miró y luego se giró para irse. La seguí hacia el recibidor principal de la mansión.
Se detuvo de repente y se giró hacia mí y dijo:
—Mi chofer estará aquí en un minuto para llevarte de vuelta a tu casa. Asegúrate de resolver todos tus asuntos y estar preparada para volver aquí a las 8 de la mañana, mañana.
—Muchas gracias. Espero no decepcionarla —le dije.
—No a mí, es a Eva. Si la decepcionas, estás fuera. Si rompes mis reglas, estás fuera. ¿Entendido? —me dijo.
Podía decir que la Sra. Gold iba en serio. Es una mujer con la que no quieres tener como enemiga. Medía aproximadamente 1,78 m. Cuerpo delgado, con cabello largo de color chocolate oscuro. Tiene unos ojos verdes que tan pronto como los miras, sabes que no se debe jugar con ella.
Asentí con la cabeza.
—Sí, entendido. Gracias —le dije.
Escuché un sonido proveniente de las escaleras. Miré y vi a un hombre alto con cabello de chocolate como el de la Sra. Gold bajando las escaleras. Inmediatamente noté que tenía un cuerpo musculoso bien definido.
—Ah, Aiden, pensé que ya te habías ido con tus hermanos —le dijo ella.
Él terminó de bajar las escaleras y se paró al lado de la Sra. Gold. Se inclinó y le dio un beso en la mejilla. No pude evitar mirar al hombre hermoso que entró al recibidor.
—Tal vez la nueva niñera de Eva. Va a tener una prueba —le dijo la Sra. Gold.
—Hmmm, entiendo —dijo mientras me miraba.
Sentí que me ponía roja. ¿Por qué me está mirando así? Como la Sra. Gold no me iba a presentar, pensé que mejor me presento yo misma.
—Hola, soy Sam —le dije.
Aiden asintió con la cabeza y dijo: —Sam.
Ok, esto es extraño. Supongo que estoy por debajo de estas personas. Está bien, solo estoy cuidando a la niña pequeña, no a él. Además, él está fuera de límites, incluso si me pareciera atractivo.
Tenía al menos 1,88 m de altura, con cabello oscuro corto. Podía decir por la forma en que su camisa le quedaba que también tenía un cuerpo bien definido.
Está fuera de límites, tuve que recordarme.
Escuchamos el sonido de un claxon afuera.
—Allí está el auto. A las 8 en punto. No toleraré retrasos. Asegúrate de resolver tus problemas con el auto —me dijo.
—Gracias de nuevo. Prometo no llegar tarde —le dije mientras caminaba hacia la puerta.
***
Aiden
Observé cómo esta chica, Sam, se fue para subirse al auto que mi mamá había preparado para ella. Estaba en problemas si esta chica iba a ser la niñera de mi hermana menor.
Ella ya se había ido y su olor aún persistía en el vestíbulo.
—Entonces, ¿le estás dando una oportunidad? —le pregunté a mi madre.
—Sí, estoy siendo generosa en eso. A Eva le agrada y sabes que Eva no le agrada mucha gente. No sé si habría sido mi elección. Pero tu hermana es la que la eligió. Espero que no decepcione —dijo mi mamá.
Asentí con la cabeza. Necesitaba encontrar a Braxton. El olor de esta chica estaba volviéndose demasiado para mí.
Salí hacia mi auto. Necesitaba a mi hermano gemelo. Tenemos un problema, si esta chica es mi pareja, entonces definitivamente también lo es de Braxton.
Me dirigí hacia el club. Sabía que era a donde íbamos. Llegué allí y el portero asintió mientras me dejaba entrar.
Mi familia posee esta ciudad. Este club, lo poseo junto con mis tres hermanos. Básicamente, somos como reyes en esta ciudad.
Hay una buena razón para eso, es porque esta ciudad es una manada de lobos, mi familia es alfa. Pero también hemos mezclado a humanos en esta ciudad, que no son conscientes de que viven entre hombres lobo. ¿Cómo es esto posible? No es fácil, pero hemos logrado hacerlo. Todo lo que los humanos saben es que mi familia básicamente es dueña de la ciudad y así es como quiero mantenerlo.
Por eso encontrar a esta chica Sam en la casa es preocupante. Claramente es humana. No percibo rastro de lobo en ella. Si la diosa de la luna nos ha dado a mí y a mi gemelo Braxton una pareja humana, eso podría significar problemas para la manada. Diosa, ¿qué has hecho?
Caminé por el club. Sabía que Braxton estaba aquí, podía sentirlo. Me abrí paso entre la multitud que había aquí.
Las chicas me miraban, dándome esa mirada que decía que querían que las eligiera para la noche. No puedo culparlas. Soy un hombre guapo, soy poderoso, fuerte y rico. Todo lo que las chicas desean.
Mis hermanos y yo no tenemos problemas para conseguir chicas. Solo tenemos que chasquear los dedos y podemos tener a cualquier chica que queramos.
Vi a Braxton en la sección VIP con una rubia envuelta en un vestido micro. A Braxton le encantan las rubias. Espera a que se entere de que su posible pareja tiene cabello castaño.
Me acerqué a la cabina y me senté en ella.
—Brax, hey, tenemos un problema —le dije.
—No voy a compartir esta noche, hermano. Tiffany es solo mía —se rio mientras besaba su cuello.
—Tiffany, ve a buscarnos unas bebidas, ¿quieres cariño? Necesito un momento con mi gemelo —dije.
Ella levantó la cabeza para mirarme y dijo: —No soy una camarera. Estoy perfectamente cómoda aquí.
Miré fijamente a mi hermano. Debería dejar ir a esta mujer fácilmente. Braxton vio mi expresión. Sabía que estaba siendo serio.
—Cariño, ve a buscar esa bebida, hay una habitación... —empezó a decir antes de inclinarse y susurrarle al oído.
Ella se rio y dijo: — ¿De verdad?
—De verdad. Ve y sé una buena chica y te encontraré en la habitación —le dijo.
—Okay —dijo, levantándose del regazo de Braxton.
Después de que se fue, Braxton se volvió hacia mí y dijo: — ¿Qué demonios es tan importante? Claramente puedes ver que estaba ocupado.
Lo miré y dije: —Creo que mamá pudo haber contratado a nuestra pareja como niñera de Eva.
Me miró con una expresión en el rostro.
—Antes de salir de la casa, olí algo débilmente.
—¿Era como un olor a protector solar de coco? —le pregunté.
—Sí, era ella, ¿verdad? —preguntó él.
—Sí, la vi en el salón delantero preparándose para irse —le dije.
—Demonios, solo tenía un olor débil. No estaba en ninguna parte que pudiera ver. Por eso salí corriendo. No quería saberlo —me dijo Braxton.
—Tuviste un presentimiento —le pregunté.
—Tal vez, no lo sé —respondió.
Asentí con la cabeza y respiré hondo.
—Ella es humana —le dije.
Braxton rodó la cabeza para mirar hacia arriba y dijo: —Eso no es bueno. Mamá enloquecerá y ¿te imaginas la reacción de Colt y Damian? Esto no es bueno en absoluto.
—No, no lo es. Solo la vi y la olí. Podría equivocarme. Tal vez no sea nuestra pareja —le dije.
—Mierda, ¿cuándo se mudará para ser la niñera? —preguntó Braxton.
—Mañana por la mañana —le dije.
—Mierda, espero que estés equivocado, hermano mayor —dijo.
—Solo soy el hermano mayor por tres minutos —me reí.
—Sí, y tú tienes más que perder si esa chica es nuestra pareja, y lo sabes —me dijo.
Tenía razón. Soy el mayor. Sería el Alfa principal. Realmente me gustaría saber en qué estaba pensando la diosa de la luna.
—Voy a buscar a Tiffany y divertirme. Aún no la he conocido, así que no puedo confirmar que sea mi pareja —dijo él.
—Vete, yo esperaré a que lleguen Colt y Damian —le dije.
La verdad era que la vi y sus ojos me perseguían. Lo último que quería en este momento era otra chica. Demonios, ya está ocupando mi mente.