Samantha Oh dios, ¿estoy lista para esto? ¿Estoy lista para tener sexo? El calor y la humedad que siento entre mis muslos dicen que sí. —No tenemos que ir hasta el final, podemos simplemente jugar —dijo Aiden. —¿Jugar? —dije roncamente. Aiden sonrió y tomó mi mano. —Ven aquí —dijo. Me guio hacia el pequeño dormitorio de la cabaña. En su interior había velas encendidas que lo hacían ver acogedor y romántico. —Originalmente pensábamos tener una noche romántica, solo besarnos —explicó Aiden. —No queremos presionarte, Sam, además tu primera vez debe ser especial —dijo Braxton detrás de nosotros. Me alejé de Aiden y solo miré alrededor de la habitación. Era dulce que hubieran preparado todo para que fuera romántico. —Sam, créelo o no, eres especial para mí, para todos nosotros. Te des