Aiden
Anoche estuve en el club con Braxton. No podía quitarme de la cabeza a la nueva niñera. Fueron sus ojos lo que me persiguieron.
Seguía viendo esos tristes ojos verdes de ella. Me emborraché para no tener que ver esos ojos. No funcionó, seguía viéndolos.
Incluso la chica que me levanté en el club no me pudo ayudar. Cuando me besó, me sentí disgustado. Sé que es porque vi a mi pareja.
Terminé rechazando a la chica del club y me fui a un hotel por la noche, solo. No podía volver a la casa, su aroma aún estaría allí y en este momento necesitaba pensar.
He oído que una vez que ves a tu pareja, el vínculo comienza a crecer. Todo lo que hice fue verla y ya este vínculo me está invadiendo.
Debería estar emocionado de haber encontrado a mi pareja, pero no lo estoy. Mi vida es complicada. No sólo tengo que compartir a mi pareja con mi gemelo, sino que mi familia tiene que aceptarla.
El hecho de que mi pareja sea humana es una situación complicada. Ella no tiene idea de quién soy realmente. No sabrá nada sobre los hombres lobo, ni siquiera sabrá qué es un Alfa. La diosa lunar sabe todo esto, entonces ¿por qué me dio esta pareja humana?
No pude dormir. Eventualmente tendré que hacer algo respecto a mi pareja. No puedo seguir evitándola.
Salí del hotel temprano esta mañana. Estaba llegando al camino de entrada y bajé del auto para entregárselo a Marcus.
Marcus era uno de los omegas que tenemos alrededor de la casa de la manada. Aunque tenemos a la manada mezclada con esta ciudad humana, aún empleamos omegas para estar aquí en la casa.
Para los humanos, esto es simplemente una mansión enorme en la que vive mi familia. Pero para los lobos, es la casa de la manada. Eso es otra cosa, mi madre empleó a una humana para vivir y trabajar aquí. Eso es algo que tampoco puedo entender, por qué hizo eso.
—Bienvenido de vuelta, Alfa Aiden —me dijo Marcus mientras le entregaba mis llaves.
—Gracias, Marcus —le respondí.
—Sólo para que lo sepas, estacioné un auto nuevo hace un rato. Pertenece a la nueva niñera —me dijo Marcus.
Respiré profundamente antes de responderle.
— ¿Entonces, se mudó hoy? —le pregunté.
—Parece que sí. No trajo mucho para mudarse. Tengo la sensación de que hay una historia con ella. Pero una cosa llamó mi atención —dijo Marcus.
—Ella es humana —le respondí.
—Sí, señor. Estoy confundido sobre por qué la Luna la contrataría. Mantuvimos en secreto quiénes somos por una razón —dijo.
Asentí con la cabeza, —Lo sé, no tengo esa respuesta sobre por qué mi mamá la contrató. Yo también quisiera saber la respuesta.
Marcus asintió con la cabeza y se metió en mi auto para estacionarlo. Sé que Braxton está aquí, necesitamos hablar.
Entré a la casa y su aroma me golpeó como un bloque de ladrillos. Diosa, ese aroma está en todos lados. ¿Por qué? Es como si ella ya hubiera estado en todas partes de esta casa.
Luché contra las ganas de ir a buscarla y fui directamente a mi habitación. Seguramente puedo esconderme de ella y su aroma allí.
Subí las escaleras. Cuando llegué arriba, vi a Eva detrás de esta palmera que tenemos en el pasillo.
—Eva —la llamé—. ¿Por qué estás detrás de la planta? —le pregunté.
—Shhh, me estoy escondiendo de Sam. Ella tiene que encontrarme —dijo Eva.
—¿Escondiéndote de Sam? ¿Estás jugando a las escondidas? —le pregunté.
—Sí, es mi turno de esconderme —dijo.
Rodé los ojos, eso explica por qué el aroma de Sam está por toda la casa. Es porque está jugando este juego con Eva.
—Eva, ¿dónde estás? —escuché que se llamaba en voz cantarina.
—¡Corre, ella viene! —Eva se rio.
Mi hermanita se está riendo. No la había escuchado reír en mucho tiempo.
—Te escucho, voy a encontrarte —se rio Sam a lo lejos.
Miré y vi que la puerta de Braxton estaba un poco abierta. Me metí en su habitación. Una porque no quería arruinar el juego de mi hermanita, pero también porque todavía no quería ver a Sam.
—Finalmente volviste —escuché decir a Braxton después de entrar a la habitación.
—Sí, al parecer volví para jugar a las escondidas —le dije.
—Sí, ha sido una maldita tortura. Sin duda ella es nuestra pareja —dijo.
—Estamos jodidos —le dije a Braxton.
—¿Qué demonios vamos a hacer? Mamá y papá no la van a aceptar para nosotros. Tal vez si fuera la pareja de Colt y Damien porque ellos son más jóvenes que nosotros, pero maldición, tú vas a ser el próximo Alfa, yo seré el Ejecutor Alfa. De ninguna manera ella puede ser una Luna —dijo Braxton.
Suspiré. Tiene razón, esto es una maldita pesadilla.
—Lo sé, eso es todo en lo que pude pensar anoche. Ella ya está aquí —dije golpeando el costado de mi cabeza.
De repente la puerta de Braxton se abrió. Los dos miramos para ver por qué se abrió la puerta, solo para encontrarnos con aquellos tristes ojos verdes que me persiguieron anoche.