Samantha
Literalmente, tengo dolor de cabeza con tanta información y drama que me están lanzando. Todos los días aprendo algo nuevo.
El tío Peter estaba en silencio mientras caminábamos hacia los jardines.
—Conoces muy bien esta mansión —le comenté.
—Hmm, sí. Pero en realidad es la casa de la manada, no una mansión —me dijo.
—Ohh —dije.
Me quedé callada, sinceramente no sé qué decir en este momento.
Salimos afuera hacia los jardines y nos acercamos a un árbol de magnolia que tenía un banco debajo. Me senté en él y el tío Peter se sentó a mi lado.
—¿Cómo estás aguantando todo, chiquilla? —me preguntó.
Suspiré y dije: —Tengo un millón de cosas pasando por mi cabeza y al mismo tiempo no tengo nada.
—Sí, es mucho. Sé que todo esto ha cambiado tu mundo —me dijo mientras se inclinaba y
