Felipe y Victoria se dirigieron hacia la pastelería; callados y en silencio donde ninguno de los dos sabía cómo iniciar la conversación. Aunque, habían estado esperando este momento para encontrarse y volver a sentirse, al mismo tiempo sentían que había sido en el lugar y hora menos adecuada. Llegaron a la pastelería donde Felipe volvió a pedir un postre tres leches y Victoria pidió el de maracuyada con leche condensada; Felipe no podía dejar pasar la oportunidad así que la invitó a sentarse a tomar un café donde Victoria lo pensó, pero decidió aceptar al final; sentándose en la última mesa de la pastelería evitando los periodistas.
— ¿En qué trabajas? — Preguntó Victoria después de que habían pedido dos chocolates calientes con queso a la mesera.
— En la calle y los fines de seman
