El resto de la fiesta pasó sin inconvenientes, donde el novio agarró con la boca la liga de la pierna derecha de la novia; haciéndola estremecer. El ramo se lo ganó Victoria donde todos voltearon a ver; debido a que ella ya se encontraba casada arruinando el bello momento de molestar a la futura que se colocaría la soga al cuello. Después, decidieron devolverse a la casa donde se sentía cansada; al llegar cada uno ingresó despojándose de sus zapatos, dejando los abrigos y bolsos en la entrada; Victoria se iba a dirigir hacia la cocina cuando su mano fue entrelazada con la de José. — Quiero que esta noche me complazcas — Manifestó José abrazándola por la cintura, mientras una de sus manos subía a sus pechos. — No quiero, estoy cansada — Respondió Victoria con estrés, le dolía la cab