Prólogo
Como comienza mi vida, se podría decir que normal, una chica adolescente con padres de clase media baja, era la mejor estudiante de mi instituto gracias a eso gane una beca, que me permitía estudiar en uno de los mejores institutos de la ciudad . Ese fue el detonante, lo conocí a el, al que seria mi esposo por desgracia en un futuro, el era el galán de la escuela todo presumido y arrogante, creyéndose la ultima coca cola del desierto, y yo pues el enemigo publico de los riquillos al tener una beca y ser la recogida por caridad.
Las cosas cambiaron cuando fui a la universidad, ya no era el "patito feo" "la niño" de mi clase hice un cambio extremo rotundo (Eso dijeron aunque yo no hice nada) John vio mi cambio mi "transformación" de patito feo a cisne blanco, fueron sus palabras textuales, quedo impresionadísimo que no podía ni hablar, yo toda potra empoderada, la mas diva ni en cuenta lo tomaba, era un total desconocido para mi, hasta ese fatídico día. El baile de inauguración
El joven John Meberack iba muy bien acompañado de su novia de turno (Las cambiaba como cambiarse de calzones) ese día paso de ser el odioso niño rico que me molestaba en la secundaria, al héroe de mis sueños (Que valga la redundancia nunca soñé que fuera el) “Ahora pienso que hubiera sido mejor que no lo hiciera” Veinte años después pensé que seguía siendo lo mismo ¡Que equivocada estaba! Él ya me había cambiado por alguien más joven sin importarle que casi tenía la misma edad que nuestra hija mayor, el muy sínico lo negó hasta el final.
Como dice un viejo conocido refrán (Dijo el chapulín colorado) Hasta al más astuto se le duerme el diablo, a él le pudo la calentura y se durmió en los laureles ya que el siguiente día de su dignísima actuación de hombre digno se le cayó el show cuando los encontré desnudos en su oficina (imagense que estaban haciendo)
Ese día sentí que mi mundo de fantasía se destruía, sin embargo, no tenía intenciones de sufrir por alguien que no lo merecía……Este no es mi final, es el comienzo de una nueva vida, en la cual no me pienso negar el amor ni a las cosas excitantes que trae la soltería, prepárate a revolcarte en el dolor John Meberack porque la tonta Mikeyla Smith ya murió