Al llegar Eliam a la mesa sus amigos lo miraron con suspicacia. -¿Tú no estabas con Abigail?- pregunto Eliécer. Manuel miraba por todos lados, buscando a su amiga. -¡Allá viene! - dijo emocionado. Ella sonriendo pero esquivando la mirada de Eliam, pensó que iba a ser fácil disimular, pero su cuerpo reaccionaba a su cercanía. Algo había cambiado y ella no sabía que era. Él solo se limitó a mirarla de vez en cuando, y sonreía al verla cuando se turbaba y se sonrojaba. -¡Vamos a bailar!- José la tomó de la mano y halándola la saco a la pista a bailar. Ella instintivamente lo miro, y él le sonrió complacido. Realmente le gustaba esa sensación de saberse que él era el hombre de Abigail, y ella misma se lo confirmaba con su proceder. Entre los dos esta aquel sentimiento de posesividad