Capítulo 13 Marino Bordin se presentó al subcomisario, junto al agente que le había acompañado en las inspecciones y el artesano ciclista, para un primer informe: —Señor comisario, en el taller y en el alojamiento y el sótano respectivo de Appalle, aquí presente, no hay ningún lingote de oro. Tampoco en su mujer. —¿Cuchillos y navajas? —Solo en la casa, no en la tienda ni en el sótano. Como me ordenasteis, los he confiscado: los lleva en la bolsa el agente Rozzani, aquí presente. —Se los daremos al forense. —Señor comisario, ahora inspeccionaré el estanco, la parte trasera y el sótano del muerto. —Si, pero espera un momento —Se volvió al artesano—: Appalle, ya puedes cerrar la tienda y volver a casa con tu mujer. —Sí, señor comisario —Oyó decir al otro, que, al hablar, se dio la vu