Elahe Llegué a la cabaña sin una sola maleta más que con mi ropa puesta, ahora regreso con dos maletas llenas de ropa y Alister regresa con una simple maleta. Cierro el portaequipaje y miró la cabaña, a decir verdad en estos dos días me sentí como en casa, mejor que en mi verdadera casa, no había peleas, sonrisas fingidas ni nada por el estilo, toda emoción y acto fue real. — Aún puede echarte para atrás – dice Alister cuando llega a mi lado. – No estás obligada a nada, aún. Porque una vez te anuncie como mi mujer, no hay vuelta atrás. Lo miró y me pongo frente suyo cruzándome de brazos. — Parece que tú no estás seguro Alister – él me mira. – Es como si trataras de hacerme cambiar de opinión cuando ya te dije que no quiero volver atrás, te quiero a ti y punto final, estamos en esto