Alister — Iervinth despertó – dijo mientras me limpio las manos de la sangre de las chicas que pasaban por la zona. – Eldeim me avisó está mañana. — Lo sé, lo sentí despertar al cabrón – Boris suspira y lo veo alimentarse de la amiga de mi víctima. – Seguramente ya lo debieron sentir Eldrad, Kannonth y Myzut, pero a nadie le importa más qué a mí. — No lo dudes, presiento que Kannon si viene – le sonrió. – ¿No te gustaría verlos? — Engendros del demonio que nadie quiere ver – Boris quema los cuerpos de las chicas. – El Mirror tendrá lo suficiente para mantenerlo hasta que ganes y lo tengas en tu custodia. — Todo será una cortina de humo, porque lo voy a dejar libre – me recargo en un árbol. – Por algo fue llamado The Barbarian – me cruzo de brazos. – Lo necesito a mi lado si queremos