Yala Smith
Todos en la sala me miran con curiosidad, aún recuperándose del susto que se llevaron, seguramente porque no esperaban que una mujer viniera a invadir su reunión, donde hombres de negocios importantes están negociando. Sin embargo, mis ojos están fijos en el hombre que está sentado en el extremo de la mesa como si fuera el rey del lugar, y ciertamente lo es y cree que todos a su alrededor son sus súbditos a los que puede hablar y hacer lo que quiera. Al estilo Charles, con su traje perfectamente alineado y el cabello peinado hacia atrás, con una postura impecable, aunque haya invadido su territorio, él es el único al que no puedo ver lo que hay detrás de sus ojos, ya que solo me mira frunciendo el ceño, pero seguramente por dentro debe estar muy enojado de que yo esté aquí en m
