La Caza de Pareja del Vikingo

Capítulo 4

　　Me reí, pero de repente me detuve al escuchar un gruñido sordo. ¿Me estaba gruñendo a mí? Decidí que yo también podía jugar este juego y hice una reverencia teatral de cortesía de vuelta.

　　"Lo aprecio la solicitud, pero me temo que debo negarla, bárbaro. Shu, ¡corre ahora y déjame en paz!"

　　Poniéndose de pie, parecía que había crecido varios centímetros, y sus ojos se oscurecieron, ¡así que alcancé el límite!

　　"¡Cállate; nos vamos ahora! ¡Puedo llevarte, o puedes caminar! ¡Pero ten en cuenta esto! Si me obligas a cargarte, ¡haré que la caminata valga la pena!"

　　Sus ojos hambrientos parpadean de nuevo, su mirada ávidamente me toma lentamente y de nuevo, ese gruñido profundo. ¡Se rumiaba en su pecho como si un animal estuviera atrapado dentro de él! Di un par de pasos hacia adelante de nuevo, y la decepción brilló en su rostro pero pronto fue enmascarada por la irritación y la ligera ira. ¡Imbécil!

　　Se lamió los labios, y de nuevo, mis ojos se abrieron de par en par; ¡colmillos!

　　Vi cómo crecían lentamente, alargando sus dientes normales. ¡Ni de coña!

　　"¡Bien! ¡Sé una carga! ¡Vamos! ¡Estoy perdiendo el tiempo, y ellos están esperando! ¡Pon ese lindo culito en movimiento antes de que lo haga yo!"

　　Están esperando. No, gracias, rodé los ojos mentalmente, pero a él le sonreí. La sonrisa más dulce con labios fruncidos que pude fingir mientras lo miraba a través de mis pestañas, antes de morder lentamente mi labio y dejarlo deslizarse entre mis dientes. ¡Tenía toda su atención, por así decirlo!

　　Así que mientras su cabeza quedaba atrapada en la alcantarilla, di la vuelta y corrí todo lo que pude hacia el borde del acantilado. Antes de llegar al borde, grité por encima de mi hombro.

　　"¡Disfruta del espectáculo, pervertido!"

Luego salté.

　　El aire húmedo me recibió en el momento en que salté desde el borde, la caída fue mucho más larga de lo que esperaba, e incluso si salté a propósito, no pude contener el grito agudo que salió de mis labios solo segundos antes de estrellarme en el salvaje y helado agua.

　　Todo pasó tan rápido que no escuché su respuesta ni lo vi. ¡Lo único que vi fue agua y rocas por todas partes! ¡Arriba, abajo y a los lados! Mis pulmones pedían a gritos aire mientras caía junto a la corriente fuerte.

　　¡Aire! ¡Necesito aire! El agua fría era implacable, estaba en mis ojos, oídos, nariz y boca, y después de una lucha frenética y prolongada, la oscuridad se arrastró sobre mí desde el rincón de mis ojos.

　　Mi cuerpo se volvió flácido, y fui sacudido de un lado a otro; justo cuando alguien agarró mis hombros, mis ojos se revolvieron en mi cabeza, y la oscuridad se apoderó de mí.

　　El agradable sonido crujiente del fuego era tan relajante! Me acurruqué más cerca de mi edredón y me acurruqué junto a la cálida chimenea. Me quedé helado, ¿chimenea?

　　Mis ojos se abrieron de golpe, y me senté tan rápido que me mareé. Me tomó un par de segundos darme cuenta de que estaba sentado en el suelo justo al lado de un fuego ardiente. Mi cabeza y mis ojos se ajustaron lentamente al hecho de que ya no estaba siendo zarandeado bajo el agua.

　　Me estiré, con la mano sobre mi cabeza, y bostecé antes de intentar frotarme un poco el sueño de los ojos. ¡Entonces dos cosas sucedieron! Primero, al bajar las manos, me encuentro cara a cara con un hombre. Dos, sentí la brisa fría erizándome la piel, así que miré hacia abajo; mis pechos y pezones están al descubierto. Desnudos.

　　Mis ojos se abren de par en par, y tiro de la manta en mi regazo mientras sostengo la mirada con el desconocido de nuevo.

　　"¡Qué demonios!?!''

"¡No, Luca!"

　　¿Estaba hablando en serio!?

" ¡'¿Qué?"

　　"Mi nombre es Luca. "

Lo miré incrédulo. Parecía diferente de los demás chicos, alto como ellos, sí. Pero parecía más delgado, no tan musculoso y dominado por la testosterona, si eso tiene sentido. En mi cabeza, lo tiene. Sus ojos son verdes, como el musgo escondido en la parte más profunda del bosque, y el sol brilla en el verdor. Su mandíbula es afilada, y su barbilla es un poco estrecha. En resumen, sus rasgos faciales parecen más bonitos que los monstruos musculosos de los que acabo de huir.

　　Sin embargo, parecía que lo compensaba con arrogancia. Me recordaba más a un tipo con el que a los rubios les gustaría disfrutar de la compañía.

　　"¿Por qué estoy desnuda?"

No estoy segura si fue una vergüenza repentina o enojo. Por lo general, no me importa. La desnudez es lo que es. Todos han visto tetas antes. Pero mis mejillas ardían, ¡y no apreciaba estar desnuda cuando ni siquiera estaba en un estado mental en el que lo noté! ¡Eso está mal!

　　Fruncí el ceño mientras suspiraba dramáticamente y cepillaba su larga, casi blanca cabellera sobre su hombro. Realmente no lo noté antes, ¡pero su cabello es largo y se ve tan sedoso y encantador! ¡Como en un comercial de champú! Empecé a preguntarme si realmente era un hombre. ¿Un modelo? ¿Entonces qué demonios estaba haciendo aquí en medio de la nada, metiendo un palo en la chimenea y desvistiendo a chicas inconscientes?

　　"Porque estabas empapado y frío cuando te saqué de ese maldito río. De nada, por cierto."

　　Eso me calló y me hizo pensar, dios, ¿era ingrato, no? ¡Pero eso no significaba que tenía que sentarse allí sonriendo como un cretino! Respiré hondo; ¡bien! Él me salvó; tendré que calmarme.

　　"Oh, sí. Quiero decir, lo siento. ¡Gracias!"

　　Su astuta sonrisa se convirtió en una amplia sonrisa, y mi corazón dio un vuelco. Maldición, ¿todos en este lugar son tan increíblemente atractivos?

　　"Lo ves, ¡eso no fue tan difícil! De nada. ¡Tienes unos lindos pechos! ¿Puedo tocarlos?"

　　El casi se me cae la mandíbula al suelo; ¿cómo puede alguien decir eso con toda seriedad? Todavía estaba radiante; la emoción estaba escrita en toda su cara mientras acababa de pedir acariciar a mi súper peludo cachorro o algo así.

　　"¿Qué.. ¡No! ¡Esto no puede ser! ¿Dónde están mis ropas?"

　　"¿Por qué no? ¡Te salvé, no es justo que te los guardes todos para ti!"

　　"¿Qué demonios te pasa? ¿Dónde dice que me salve y reciba un apretón de pecho gratis? ¡Devuélveme mi ropa!"

　　Este chico es aún más desvergonzado que yo en mi peor momento, lo cual dice mucho. ¡Mucho! Él me lanzó algunas ropas, y la decepción en su rostro habría hecho que me riera en una situación diferente. Ahora, ¡no tengo ni idea de qué hacer conmigo mismo!

　　¿Qué tipo de lugar es este de todos modos y estas no son mis ropas! Levanté la pieza de ropa que me arrojó y la estudié a la luz de las llamas. ¿Un vestido rosa claro? Increíblemente corto, si me permites agregar, y un escote digno de una profesional. Se lo arrojé de vuelta en su cara.

　　"Mis ropas? No voy a ponerme esa servilleta!"

　　Frunció el ceño y miró hacia abajo el vestido. Lo levanté y lo giré de un lado a otro.

　　"¡Es un vestido!"

"¡Bueno, es del mismo tamaño que una servilleta! ¿No puedes simplemente decirme dónde están mis ropas? ¡Esto es ridículo! Mira, estoy agradecida de que me hayas salvado. ¡Lo estoy! ¡Pero no aprecio estar sentada aquí desnuda! Quiero mis ropas. ¿Por favor?"

　　Parecía sorprendido por mi pedido, por favor. ¿Qué no esperaba que quisiera de vuelta mi ropa y comenzó a juguetear con la tela en sus manos?

　　"Yo, bueno, ¡lo siento! ¡Pero eso no eran ropas aptas para una joven como tú! ¡Esto es de alta calidad! ¡Fue hecho por la propia costurera elfica!"

　　"Elfo, ¿qué? ¿Adecuado para una chica como yo? ¿Quién demonios camina por el espeso bosque con un vestidito que apenas cubre algo? ¡Quiero mis pantalones, camisa, sostén y suéter! ¡AHORA!"

　　"Los quemé..."

"¿Qué hiciste? ¿Por qué lo harías?"

　　"Lo sabes tan bien como yo. ¡Lo ajustado no era apropiado para una joven en su mejor edad! ¡Escondía todas tus curvas, pecho y caderas! ¡Todas las partes buenas y jugosas! ¡Esto! ¡Esto, sin embargo, es perfecto! ¡Si llevas esto, probablemente también consigas una marca de apareamiento!"

　　"¿De qué demonios estás hablando? ¿Y por qué diablos iba a pasear mostrando mis 'partes jugosas'? ¡Necesitas conseguirme unos pantalones ahora mismo! ¡Esos eran mis vaqueros favoritos! ¡Y mi sostén! ¡¿Qué demonios le pasó a mi sostén?!"

　　"Tengo tu sujetador, solo no esos feos pantalones y suéter…."

　　"Eso me costó una pequeña fortuna! ¡Dame mi sostén, y me iré de aquí!"

　　Saltó al aire.

"¡Te conseguiré unos pantalones nuevos! ¡Mejores! ¡Pero no puedes irte! ¡Los lobos siguen buscándote!"

　　Corrió hacia la oscuridad, y yo me quedé junto al furioso fuego. ¿Lobos? ¿Acaba de decir lobos? Rápidamente me acerqué al fuego y miré a mi alrededor.