Los acusadores ojos de Layla observaban a Caín, quien se movía incómodo en el pequeño sofá del departamento de su vecina. Había pasado un día desde el encuentro entre el y David. -¿Cuánto más haremos éste duelo de miradas? -preguntó Layla, aburrida de la situación. -Puedo estar así todo el dia. -respondió el sonriendo. -Yo no, dime como se conocen David y tu. -exigió la chica. Caín suspiró y hurgó entre sus recuerdos. David y el se conocían desde los catorce años, junto con Kyle. Eran un trío imparable y según Albert, eran jodidamente peligrosos. Siendo específicos eran un desastre y gustaban de gastar bromas a todo mundo. -Nos conocemos desde los catorce años. -pronunció Caín.- Fuimos adoptados por el mismo hombre. -¿Adoptados? -preguntó ella sorprendida. -Esa es otra historia qu