Caín caminaba amordazado y con muy mal genio. En su mente no dejaba de pensar en Layla, en lo que pasaría y en alguna maldita manera de salir los dos ilesos de todo ese lío. En las cuatro horas que habían pasado ideo miles de planes pero ninguno era viable. - No es nada contra ti muchacho pero la princesa es valiosa. - murmuró el idiota que lo había secuestrado. - Vladimir ha llegado y se encuentra camino a la bodega, Damon hay que movernos. -habló el viejo al joven. - Andando entonces... - respondió el chico. Cain murmuró cosas inteligibles pero Damon suponía que solo eran insultos hacia su persona. Sonrió de lado, no le importaba un carajo lo que el ojiazul tenia para decir. Subieron a Caín al auto y emprendieron rumbo a la vieja bodega, reviso su arma y acomodo mejor su navaja, nu