odio o amor

Alejandro -No me pienso casar papá- le digo lo más serio posible -Si te vas a casar y no acepto un no por respuesta, ya está arreglado todo- me contesta ya enojado por mi negativa -Me quieres casar con alguien que no conozco, papá no se ni su nombre y mucho menos es de nuestra clase social- me levanto del mueble enojado, nunca he sido esas personas que discriminan y mucho menos clasista pero ya papa me tiene obligado con que quiere casarme con una desconocida -Nada de esto estuviera pasando si te hubiera casado con Kendra, te lo pedí pero no solo la terminaste y ya, creíste que se iba a quedar así, no señor. Sabes perfectamente que para tomar las riendas de las empresas debes estar casado y te recuerdo que ninguna de tus relaciones han valido la pena- me reprocha -No inventes, papá yo puedo hacerme cargo de las empresas solo, no necesito a alguien que está al lado mío, y ya te dije que no me voy a casar con alguien solo porque tú me lo impones, sabes que no me quiero casar y no lo voy hacer nunca -No digas nunca de esa agua no he de beber, porque puede ser lo contrario y ya te dije te vas a casar y está decidido, tu boda es este fin de semana, no quiero que nos dejes a tu madre y a mí en ridículo, solo porque no te presentaste y ya sabes tú y Catalina se conocen desde hace años ante la prensa y la sociedad- me da mucha rabia de que planifiquen mi vida como si tuviera 10 años -Pero papá- intento oponerme -Pero nada, no quiero que nos dejes en ridículo, te lo Advierto Alejandro Lombardi si no te presentas, las consecuencias recaen en ti -Ya papá, se que debo presentarme- lo único que digo es que a esa mujer la voy a odiar y va a saber lo que es en verdad el verdadero sufrimiento, por su culpa mi padre me está obligando a casarme y solo para saldar una estúpida deuda -Bueno, me tengo que ir tu madre está preparando todo y sabes que a ella le gusta todo perfecto, hijo quiero decirte que no solo es por la empresa queremos verte bien y aunque no conozcas a Catalina quiero verte felizmente casado- suspira -Bueno papa que te valla bien, y por favor salúdame a mamá Mi padre se va y me siento en mi silla giratoria, esto debe ser una broma una boda planificada con una desconocida y prácticamente obligado, quiero poder despertar de esta pesadilla; mi padre debe estar tremendamente loco, pero tengo que hacerlo si quiero heredar las empresas, no se porque tienen esa costumbre así paso con mi padre, para que mi abuelo le entregará las empresas se tuvo que casar con mamá, pero solo hay una diferencia mi padre si amaba a mi madre y yo no sé ni cómo se apellida la tal Catalina, me recuesto y pienso en toda esta estupidez que voy a cometer Catalina No se en como me metí en esto, en estos momentos estoy vestida de novia en una mansión, mirando mi reflejo en el espejo y a punto de llorar -Lista hija- me dice mi madre entrando a la habitación -Si madre- me volteo y tiene su mirada triste, se que ella no lo hubiera querido pero tenía que hacerlo por todos nosotros -Sabes que no debías hacerlo, Catalina te queremos y esto no es lo que hubiéramos querido para ti- una lágrima se escapa de sus ojos -Madre debo hacerlo, ustedes han hecho todo por mi es justo que yo haga algo por ustedes, no me importa con quien tenga que casarme, desde que paso lo que pasó he estado rota y creo que un sacrificio no podrá romperme más- suspiro -Hija, sabes que esa deuda podríamos hacerla de otra forma- entra mi padre con su rostro triste, se que ellos no lo hubieran querido, pero si no lo hacía nos iba a embargar -Tu madre tiene razón podemos saldarla de otra manera- dice mi padre -Papa, sabes lo que dijo el señor te iban a mandar a la cárcel si no pagabas tu deuda, lo único que nos ofreció para saldar la deuda es que me casarán con su hijo -Pero ese problema era mío no tuyo, esto es demasiado, estás poniendo en juego tu felicidad, estas condenándote a un matrimonio sin amor y quien sabe en qué condiciones- mi padre interviene -Nosotros queríamos que tú fueras muy feliz, no queremos que estés así de triste y mucho menos por lo que pasó hace un año, tienes que superarlo y no lo vas a conseguir casándote con este señor- dice mi padre acomodándome un mechón de cabello que se me escapó del peinado -Madre, si puedo hacerlo por ustedes lo hago, no me cuesta y lo que pasó con Joel ya no importa, el debe estar muy feliz con la que se hacía llamar mi mejor amiga, pero bueno mejor dejemos aún lado todo y ya- cambio el tema, no quisiera llorar, aunque ya pasó un año todavía duele fue mi primer amor y mi mayor desilusión, tanto asi que no quiero volver a amar y no lo hare -Bueno hija vamos que se va a ser tarde- se levanta mi papá sin ánimos de ir a la boda, se que no quieren esto para mí pero todo es por su bien y puedan tener tranquilidad de que no los van a embargar Llego a la iglesia y lo primero que veo es a un hombre muy atractivo, que se ve igual o peor que yo, de muy mal humor y desganado. Estoy muy nerviosa, en verdad no sé con quién me voy a casar, solo se que se llama Alejandro Lombardi y es empresario como su padre -Hija, ya es hora- me llama mi padre No bajamos de el auto y ya no veo a nadie, seguramente entraron a la iglesia; vamos caminando a paso lento lo cual se hace una tortura, levanto mi mirada y lo que veo es al hombre que vi cuando estaba en la camioneta, tenía un rostro muy molesto y sus ojos destinaban furia hacia mí, quisiera huir pero ya no hay vuelta atrás, se que estoy caminando hacia mi tortura pero todo lo hago por mi padre. Llego al altar e intento mantener la compostura, estoy muy nerviosa tanto así que no escucho lo que dice el padre en toda la misa -Señora Catalina Ivanov, acepta por esposo al señor Alejandro Lombardi para amarlo, respetarlo, cuidarlo en la salud y en la enfermedad por todos los días de su vida- me pregunta el cura Mi mente queda en todo lo que he pasado y se que ya no me puedo echar para atrás -Señora ¿acepta o no?- pregunta el cura nuevamente sacándome de mis pensamientos, miro hacia Alejandro antes de dar mi respuesta y sus ojos me ven con desprecio y eso me pone muy incómoda -ah, si acepto- mi respuesta sale automáticamente -Señor Alejandro Lombardi, acepta por esposa a Catalina Ivanov para amarla, respetarla, cuidarla en la salud y en la enfermedad por todos los días de su vida -Acepto- dice y su voz es muy ronca y profunda, tanto así que la piel se me puso de gallina -Bueno no habiendo alguien que se interponga en esta unión, los declaro marido y mujer, señor Lombardi puede besar a su ahora esposa Me quedé sin aire, como que me va a besar, se acerca a mí y me voltea y hace como si me estuviera besando lo cual me desconcierta y cuando ve mi sorpresa, sonríe -Que, creías que si te iba a besar enserio- su sonrisa se hace más visible y me deja atónita con sus palabras, en qué me metí -Vas a sufrir por haberte metido en mi vida, Catalina Ivanov, deberás saber que tu vida desde ahora va a ser miserable- me susurra al oído y vuelve sonríe Sus palabras me dejan loca, que voy hacer ahora, Dios en qué me metí, sabes que todo lo hice por mis padre y voy a mantener mi palabra, cueste lo que cueste voy a tratar de mantener la paz, pero si Alejandro Lombardi quiere guerra pues guerra tendrá